miércoles, 12 de abril de 2023

Ruta por el Algarve en 4 días

Esta semana santa de 2023 decidimos aventurarnos y conocer la zona del Algarve portugués en una ruta de 4 días en coche. En esta entrada haré un resumen de los pueblos y playas que visitamos, y daré recomendaciones de dónde comer y dónde dormir si, como nosotros, viajáis en un coche camperizado, furgoneta o autocaravana. 

En otra entrada hablaré de cómo nosotros "camperizamos" nuestro coche (un Peugot 207) sin gastar prácticamente nada. Viajar de esta forma siempre ha sido mi sueño, pero nunca imaginé que sería tan fácil. Lo mejor es la flexibilidad que da a la hora de ir visitando pueblos sin tener un lugar reservado en el que obligatoriamente pasar la noche. 

De todas formas, esta ruta es perfectamente adaptable a la posibilidad de dormir en hoteles u hostales. 

  • PEAJES

El tema de los Peajes en Portugal era algo que nos preocupaba un poco antes de informarnos, pero realmente es algo muy sencillo. Toda la zona sur de Portugal está muy bien comunicada con la autopista A22. Puedes llegar desde Ayamonte (Huelva) hasta Lagos en apenas una hora. Pero a lo largo de esta autopista hay una serie de puntos con cámaras que registran tu matrícula y posteriormente te cobran un peaje que varía en función de la zona. 

Para que esto sea efectivo, debes registrar tu matrícula junto con una tarjeta bancaria para que carguen ahí los peajes. Esto se llama "Easytoll" y se puede hacer por internet (pinchando aquí) o personalmente a la entrada en Portugal. Nosotros lo hicimos de esta segunda forma y fue bastante rápido y sencillo.

Básicamente, tras cruzar el puente que hace de frontera entre España y Portugal hay un letrero que pone "i turismo", tomas la primera salida a la derecha, en una zona con unas sombrillas blancas. Hay unas máquinas en las que debes insertar la tarjeta bancaria sin bajarte del coche y, en apenas unos segundos, la registran. Y listo, no debes hacer nada más, pues una cámara capta automáticamente la matrícula y la vincula a la tarjeta. Ya puedes seguir tu camino, teniendo en cuenta que cada vez que pases por zonas de peajes se irá cargando en tu tarjeta el importe que indiquen los letreros (dependiendo del tamaño del vehículo).

A nosotros nos costó (ida y vuelta hasta Lagos) un total de 12€. Aunque hay que tener en cuenta que a la vuelta fuimos visitando distintos pueblos, por lo que no íbamos todo el tiempo por la autopista. 

ITINERARIO

1.  LAGOS

Como comentaba al principio, nosotros aprovechamos el puente de cuatro días de semana santa para hacer este viaje. Salimos desde Málaga el Miércoles sobre las 17:00h. Decidimos ir directamente hasta Lagos, que era el pueblo más lejano que queríamos visitar, dormir allí y los siguientes días ir visitando los pueblos ya en dirección a España para que la vuelta el último día se hiciera más corta. 

Desde Málaga hasta Lagos hay prácticamente 5 horas de viaje. Llegamos ya de noche, cenamos unos bocadillos que habíamos preparado y dormimos en una zona apartada que habíamos buscado previamente en la aplicación Park4night, la cuál recomiendo si viajáis de esta forma. 

Nosotros concretamente pasamos la noche en estas coordenadas: 37°05'14.0"N 8°40'51.2"W (se pueden buscar directamente en google maps).

Se trata de un aparcamiento en una zona residencia pero en la que hay un descampado con hierbas altas, por lo que al final hay bastante intimidad. Por la mañana incluso desayunamos sin problema. 

Y una vez descansados y desayunados, empezó nuestra mañana de exploración de playas en Lagos:
  • Plaia dos Estudantes: recomiendo comenzar visitando esta playa, pues es muy famosa por el puente romano que puede apreciarse desde ella. En la época que nosotros fuimos había muy poca gente, pero leí que en verano suele llenarse bastante. Esta playa fue una de nuestras favoritas, quizás porque fue la primera que veíamos, pero nos pareció muy bonita. Además, nos sorprendió mucho que las playas están conectadas por túneles que permiten pasar de una a otra. Para llegar a esta playa aparcamos en un parking de pago que hay prácticamente al lado. Una hora costaba 60 céntimos. 
  • Praia Dona Ana: Está a 15 minutos andando desde la anterior. Esta playa también nos gustó bastante, aunque fue la que menos nos llamó la atención del día. 
  • Praia do Camilo: a esta playa se puede ir andando desde la de Doña Ana, aunque nosotros decidimos ir en coche para no gastar energías. La escalera que lleva hasta la playa es muy fotogénica, y también nos gustó mucho la playa. Hay dos partes conectadas también por un túnel. La segunda parte nos gustó aún más, pero también había más gente. 
  • Ponta da Piedade: prácticamente al lado de la Praia do Camilo se encuentra esta zona, una especie de ruta de senderismo consistente en una serie de pasarelas sobre unos acantilados con muchísimos miradores naturales. Merece mucho la pena salirse del camino (siempre con mucha precaución) e ir disfrutando las vistas de los acantilados y formaciones rocosas. 

He de decir que, a pesar de pasar la mañana visitando playas, no pudimos bañarnos pues el tiempo no acompañaba. Lo bueno de viajar en esta fecha es la poca gente que hay, pero lo malo es que es muy probable que no haga tanto calor como para bañarse. Todo tiene sus pros y sus contras. 

Y después de una mañana intensa, llega la hora de comer. Es muy importante tener en cuenta que en Portugal tienen la costumbre de almorzar mucho más temprano que en España. De hecho, hay restaurantes que cierran a las 14:30h, por lo que hay que ir temprano. Nosotros comimos en Restaurante-bar Inna y nos gustó mucho. Tienen una serie de platos del día, a diferentes precios apuntados en una pizarra, y luego en la carta tienen más platos fijos. 

Nosotros pedimos como plato del día Bacalhau á brâs, y de la carta pedimos la cataplana, que un plato típico del Algarve. El precio del Bacalao era 9'5 , y era un plato bastante generoso. Y el precio de la cataplana para una persona era 19'5 (nosotros pedimos la de peixe). Este precio está muy bien, pues los siguientes días vimos otros restaurantes en los que era mucho más cara. 


Después de comer, decidimos pasear por el pueblo de Lagos, el cuál nos pareció muy acogedor (aunque no fue de nuestros favoritos). La parte que más nos gustó fue el puerto (o la Marina, como lo llaman allí). En esta zona hay un montón de pequeños puestos en los que ofertan paseos en barco para observar los acantilados de la Ponta da Piedade desde el mar, y también salen barcos hasta Benagil (que era otra zona que teníamos muchas ganas de visitar). Pero este día hacía mucho viento y se cancelaros estas actividades, por lo que no pudimos vivir la experiencia ¡pero nos guardamos las ganas para la próxima visita!
Un poco después decidimos merendar en una panadería que habíamos visto recomendada. Se llama "Padaría Cetral" y tiene algunos dulces típicos como:
  • Bolo de arroz: es como una magdalena pero con harina de arroz. A mí personalmente me pareció que le faltaba un poco de dulzor, pero de textura estaba muy esponjosa.
  • Dom Rodrigo: consiste en huevo deshilachado presentado en un envoltorio con forma triangular de distintos colores. Me pareció muy curioso y el sabor me gustó bastante. 
  • Pastel de Belém: este dulce es más bien típico de Lisboa, pero ya que estamos en Portugal merece la pena probarlo aquí también. 

2. FERRAGUDO

Tras merendar, dejamos atrás Lagos y pusimos rumbo a Ferragudo. Este pueblo no es tan famoso, de hecho es muy pequeño, pero muy encantador. Fue uno de los pueblos que más nos gustó, junto a Tavira. Llegamos justo para ver el atardecer, el cuál disfrutamos muchísimo. 

Aquí decidimos pasar la noche, en un descampado con vistas de todo el pueblo. Este sitio lo encontramos por nosotros mismos, pues no estaba en la aplicación park4night. Estas son las coordenadas: 37º7'32.088''N 8º31'24.543''W

Como digo, este es un pueblo muy pequeño y, por tanto, con poca oferta gastronómica y de ocio. Nosotros solo fuimos a disfrutar de un paseo por el pueblo, de las vistas y a pasar la noche. No puedo recomendar sitios para comer, pues nosotros cenamos en el coche. 

3. BENAGIL

El siguiente día nos levantamos y temprano y pusimos rumbo a la playa de Benagil. Nuestra idea era visitar el Algar de Benagil, que es una de las cuevas más famosas del Algarve, a la que sólo se puede acceder en lancha, kayak o nadando. 

La verdad es que encontramos aparcamiento fácil, en un descampado habilitado al efecto. Y justo al lado del aparcamiento había un puesto cuyo cartel ofertaba alquiler de kayak para visitar la cueva. Pero volvimos a tener la mala suerte de que, por condiciones del mar, no se podían alquilar kayak ni lanchas para ese día. 

Hicimos una foto del número de móvil para preguntar al día siguiente, pero parece que durante todos esos días el tiempo no nos acompañó. Igualmente, adjunto foto del contacto del sitio, porque puede ser una buena idea informarse de las condiciones del mar antes de llegar hasta allí. 

4. PRAIA DA MARINHA

Nuestra siguiente parada fue la Praia da Marinha. Habíamos leído que es difícil encontrar aparcamiento si no vas muy temprano, pero la verdad es que nosotros aquí tampoco tuvimos problema. También hay que tener en cuenta que fuimos en temporada baja, por lo que en otra época igual sí que hay más dificultad. Antes de bajar a la playa recomiendo seguir el sendero que hay hacia la derecha, está bastante bien señalizado. Las vistas de los acantilados son impresionantes, no tienen mucho que envidiar a Ponta da Piedade. Lo mejor es la vista del doble arco natural. 


Después, merece la pena bajar a la playa y disfrutar un rato del sol (porque el agua estaba helada). Aquí también es muy divertido entrar por una gruta que hay nada más bajar los escalones a la izquierda. Parece que no tiene salida, pero la verdad es que da a una pequeña playa muy bonita. Eso sí, si la marea está alta es muy probable que os mojéis los pies. 


5. CARVOEIRO

Fue el siguiente pueblo que visitamos. Realmente, tal y como nosotros lo hicimos, implica volver un poco hacia atrás en la ruta. Tendría más sentido visitar primero Carvoeiro y, a continuación Benagil y Praia da Marinha. Pero nosotros lo hicimos de esta forma para evitar encontrar la playa llena de gente. 


La verdad es que Carvoeiro es otro pueblo con encanto. Sin duda, recomiendo mucho su visita. Nosotros llegamos bastante tarde para comer y, temimos no encontrar nada abierto. Por suerte, encontramos un sitio en el que tienen un menú de Bifana, sopa y bebida por 5€. La bifana es un bocadillo típico de Portugal, básicamente lleva filetes de cerdo. La verdad es que está muy bueno, y por ese precio es bastante barato. También tiene "Prego", que es otro bocadillo similar, pero con carne de ternera. 

El sitio se llama "Doce Mar Café" y, además, está bastante céntrico. 

6. ALGAR SECO

Después de comer, paseamos un poco por el pueblo y, a continuación, fuimos al Algar Seco. Se puede ir perfectamente andando desde el pueblo, son unos 15 minutos por unas pasarelas con vistas al mar. 

Este lugar es increíble. Hay unas escaleras por las que se puede acceder a una serie de formaciones rocosas, cuyo paisaje parece sacado de película. Puedes ir andando por las rocas, descubriendo grutas y cuevas, observando cómo las olas chocan contra las piedras... Uno de los rincones más famosos es una especie de gruta o pasadizo entre las rocas que da a un balcón natural. Esto se llama "Gruta de Boneca" y para llegar hay que atravesar la terraza de un bar (lo cuál me parece bastante fuera de lugar). Suele haber cola para hacer fotos, pero las vistas merecen la pena. 


7. ALBUFEIRA

Después de todo el día visitando playas y cuevas, estábamos bastante cansados. Nuestra siguiente parada era Albufeira, dónde encontramos otro buen sitio para pasar la noche. Estas son las coordenadas: 37º5'37.656''N 8º15'3.713''W

Pero, antes de dormir, decidimos cenar en un Mcdonals y visitar el pueblo de noche. 

Parece una tontería, pero recomiendo visitar un Mcdonals en Portugal, aunque sea solo una vez. Hay productos bastante diferentes que en España no se suelen encontrar (tenían incluso sopas) y, por supuesto, supone un ahorro al bolsillo, ya que comer todos los días fuera implica un gran desembolso. 

Una vez cenados, fuimos paseando hacia el centro de Albufeira. Ya habíamos escuchado que por las noches tiene bastante ambiente (además, era viernes), pero la realidad superó todas nuestras expectativas. Hay un par de calles que parecen formas parte de Las Vegas, con la música súper alta y la gente bailando en mitad de la calle. 

A nosotros no nos gusta mucho la fiesta, pero fue muy divertido simplemente pasear y ver el ambiente.

De hecho, a la mañana siguiente volvimos a visitar el pueblo para ver el contraste entre la noche y el día, y la verdad es que parece otro pueblo totalmente distinto. Por tanto, recomiendo su visita tanto por el día como por la noche. Y, si os va la marcha, definitivamente este es el mejor pueblo de todo el Algarve en ese sentido. 


8. FARO

El sábado, tras visitar Albufeira, pusimos rumbo a Faro. Comimos bastante bien en "Restaurante O Chalavar". Lo original de este sitio es que puedes elegir los pescados que quieras en una vitrina, y lo hacen a la brasa. El precio no es muy elevado. Recomiendo sentarse lejos de la barra, ya que se genera mucho humo y el olor puede llegar a impregnarte la ropa. 

Después, visitamos el pueblo, pero fue el que menos nos gustó de todo nuestro viaje. Supongo que, acostumbrados a ver pequeños pueblos con encanto, Faro no nos sorprendió tanto. Por eso, nuestra visita no fue muy larga. 

9. TAVIRA

Nuestro penúltimo destino fue Tavira, uno de los pueblos más cercanos a la frontera con España. Este pueblo, junto con Ferragudo, fue de nuestros favoritos. Recomiendo callejear sin rumbo y perderse por las callejuelas, cruzar el puente romano y disfrutar del atardecer junto al río. 

En este pueblo decidimos, además visitar el centro comercial para comprar productos típicos en el supermercado "Continente" y cenar en una cadena portuguesa llamada "Eat à portuguesa". Fuimos porque vimos en internet que vendían "Francesinhas", que es un plato típico de Oporto pero que ya probamos en su día en Lisboa y nos encantó. Por ello, no queríamos irnos de Portugal sin volver a probarlo. 

Básicamente es un sándwich de distintas carnes, recubierto con queso fundido y una salsa de cerveza. 

Como digo, fuimos a este centro comercial específicamente a tomar este plato. Las opiniones del sitio no eran muy buenas, pero para nosotros fue todo lo que esperábamos. El precio de una francesinha, patatas y una bebida son 10'45€. Además, tienen más comidas típicas como las bifanas, todo en concepto de comida "rápida". 


Seguramente no sea la mejor Francesinha del mundo, pero nos quitamos el antojo de volver a probarla. Y para terminar la noche fuimos a probar otro producto típico de Portugal: la ginjinha. Se trata de un licor de cereza que suele estar riquísimo, y más cuando lo sirven en un vaso de chocolate. En Lisboa nos fue más fácil encontrarlo en distintos locales, pero en el Algarve sólo encontramos este sitio en Tavira, llamado "Ginjinha da Fonte". El precio de cada chupito es 1'5
€.


Esta última noche de nuestro viaje la pasamos en Tavira. Dormimos cerca del río, y pasamos la noche bastante bien. Lo único malo es que hasta las 23:00h de la noche pasa un tren muy cerca, por lo que se escucha el ruido bastante fuerte. Y luego vuelve a funcionar desde las 7:00h de la mañana. Estas fueron nuestras coordenadas: 
37°07'47.7"N 7°39'12.3"W

Aunque no pasamos mala noche, si volviéramos a Tavira intentaríamos quedarnos a dormir por la zona del centro comercial, pues parece más tranquila. 

10. PRAIA DO BARRIL

El último día nos levantamos temprano para visitar uno de nuestros últimos destinos: la playa de Tavira. Realmente este pueblo no tiene playa como tal, sino que está rodeada por un río y, justo después del río, hay una especie de isleta que es todo playa paradisíaca. 

Este paisaje es muy distinto a lo que habíamos estado viendo los días anteriores, por lo que teníamos muchas ganas de verlo. Hay varias formas de llegar hasta la playa de Tavira: en barco, en trenecito o andando. Nosotros optamos por ir concretamente a la Praia do Barril. El aparcamiento para llegar a esta playa está a unos 15 minutos en coche desde Tavira. Una vez dejamos el coche, hay que cruzar un puente y justo después hay un sendero por el que se puede ir caminando durante unos 15 minutos, o coger el trenecito. A nosotros nos hacía ilusión coger el tren, pero realmente no merece mucho la pena porque va muy lento y cuesta dos euros cada viaje. Desde mi punto de vista, es mejor ir dando un paseo. 


La playa, como digo, es paradisíaca. La vista se pierde y lo único que se ve es la arena y el mar. Nada más alrededor (aparte de un bar). Creo que para disfrutar de un día de baño es una zona ideal. 

Además, hay una parte que se conoce como "Cemitério das Âncoras", y es una especie de monumento consistente en una serie de anclas abandonadas clavas en la arena. Es muy curioso. 

Este día teníamos pensado comer en un bar que habíamos visto recomendado y nos llamaba mucho la atención. Se llama "Vela 2" y lo interesante es que es un buffet de pescado. Por 12 euros te van sirviendo pescado hasta que no puedas más. Recomendaban ir muy temprano para coger sitio, ya que se suele llenar bastante. Nosotros estábamos en la puerta a las 12:00h, pero nos llevamos un chasco cuando vimos que justo ese día estaba cerrado y en un cartel en la puerta ponía "hoy no hay peces". No sé si es que cierran los domingos, si era por ser "domingo de resurrección" o que justo ese día no tenían producto. 
Pero bueno, ya tenemos otro sitio pendiente para volver. 

Estuvimos buscando otros bares, pero estaban casi todos cerrados. Así que terminamos otra vez en el centro comercial probando otro local llamado "Sopa&Go", donde tenían un menú interesante de sopa, "bacalhau as natas" (que estaba riquísimo" y bebida (no recuerdo el precio exacto pero no era muy caro).

11. CACELA VELHA

Después de comer, empezaba nuestra vuelta a España. Pero antes, pasamos por nuestra última parada: "Cacela Velha" un pequeño pueblo de literalmente un par de calles, a unos 15 minutos en coche de Tavira. Realmente no sé si se considera un pueblo, o simplemente un puñado de casas, una iglesia y un pequeño cementerio. Pero las casas están muy cuidadas, con las típicas fachas características de esta zona, y lo mejor es que tiene una playa muy bonita, que se fusiona con el río y genera un paisaje encantador. 

Nosotros solo fuimos de pasada, pero creo que también es un buen sitio para echar un día de playa. Si no, simplemente ir a disfrutar de las vistas merece la pena.


Y, tras esta visita, terminó oficialmente nuestra escapada por el Algarve. La verdad es que he terminado enamorada de toda esta zona y realmente no está tan lejos. Estoy segura que volveremos más pronto que tarde para disfrutar sus playas cuando haga mejor tiempo, y seguir degustando su gastronomía.

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