miércoles, 22 de marzo de 2023

Dónde y qué comer en Marrakech

Marrakech es una ciudad ideal para disfrutar de la gastronomía marroquí a un precio muy asequible. Especialmente en la Medina encontramos mucha oferta, pero hay que tener claro previamente dónde queremos comer para no caer en las insistencias de los locales y terminar entrando a sitios demasiados turísticos. 

Hay que tener en cuenta que los marroquís no tienen la costumbre de comer fuera de casa con frecuencia, por lo que la mayoría de restaurantes que encontramos están pensados para los turistas. Pero aún así hay mucha diferencia entre unos y otros. 

Hoy voy a recomendar los sitios donde nosotros comimos, pero antes empezaré describiendo los principales platos típicos de Marruecos:

  • PASTELA: es una de mi comidas favoritas. Consiste en una masa de hojaldre rellena de carne (normalmente de pollo, pero las hay de diferentes sabores) y frutos secos, recubierto con azúcar glas y canela. Este plato mezcla el sabor dulce y el salado, y es todo un manjar para el paladar. 
  • TAJINE: Este plato toma su nombre del recipiente típico en el que se presenta, una especie de cazuela de barro muy característica. En su interior se encuentra algún tipo de carne, normalmente pollo o cordero. Este plato me gusta un menos porque me resulta un poco seco, pero concretamente en Marrakech probamos uno de cordero con ciruelas que estaba especialmente rico. 
  • COUS COUS: o cuscús, es un plato que lleva como base sémola de trigo, acompañada de carne (puede ser de pollo, cordero, ternera...) y distintas verduras. 
  • KEFTA: Es una carne picada muy especiada, presentada en forma de pequeñas hamburguesitas. 
  • DULCES ÁRABES: Los hay de muchos sabores. Son pequeños dulces muy concentrados, elaborados normalmente con frutos secos y miel. Merece la pena comprar algunos variados para probar distintos sabores (aunque al final terminan pareciéndose bastante entre sí).
  • ZUMOS DE FRUTAS: es muy común encontrar puestos callejeros en los que venden zumos naturales de frutas muy baratos. El más típico es el de naranja.
  • : Por supuesto, no podemos olvidarnos del té. El más común es el de menta, aunque tienen toda una variedad de sabores.

DÓNDE COMER:

  • CAFÉ CHEZ ZAZA: Fue el primer sitio en el que almorzamos y la comida nos pareció muy buena. Pedimos pastela de pollo y cous cous de verdura, además de un par de zumos. La pastela fue una de las que más nos gustó en todo el viaje. El precio es medio, nos costó un total de 190 Dh (que serían unos 19 euros). Comparado con España es barato, pues comimos dos personas bastante bien. Pero hay sitios aún más económicos en Marrakech. Eso sí, la relación calidad-precio es muy buena.

  • CUISINE DES TERROIR: Es un local pequeñito, pero que habíamos visto muy recomendado. Pedimos de nuevo pastela, y esta vez probamos el tajín de pollo con limón. El tajín estaba especialmente bueno. El precio es similar al anterior. 

  • MECHOUI: Este es un local muy peculiar. Nosotros lo habíamos visto recomendado en internet, pero a mí no me llamaba mucho la atención y en principio no pensábamos ir. Pero en una excusión que hicimos al desierto conocimos a una pareja que ya lo había probado y nos lo recomendaron, así que decidimos echarle valor y la verdad es que fue uno de los sitios que más nos gustaron de todos los que probamos. En este local básicamente sirven cordero, pero lo curioso es que lo cocinan en un agujero bajo el suelo. Te lo ponen al peso (puedes pedir medio kilo o un kilo), lo acompañan con un buen pan y sin cubiertos (está bien visto comerlo con las manos). Es muy barato y la verdad es que está bueno. A mi no me gusta mucho la carne, la de cordero menos, y si embargo disfruté esta experiencia. Nosotros solo pedimos medio kilo, pero si volviéramos pediríamos el kilo entero.

  • CHEZ BRAHIM: Habíamos visto este restaurante recomendado porque tienen menús del día por 7'5 euros. Pero nosotros el día que fuimos ya habíamos picoteado antes, por lo que teníamos poca hambre y terminamos pidiendo un tajín de cordero con ciruelas y almendras. Estuvo riquísimo. El precio del tajín era 100 Dh (unos diez euros). Quizás es un poco más caro que en otros sitios. Si fuéramos en otra ocasión, probaríamos un menú de 7'5 y lo complementaríamos con este tajín.  

  • CALLE DERB DABACHI: Esta calle es la misma en la que se encuentra el "Chez Brahim", pero se convirtió en nuestra calle favorita porque está llena de pequeños negocios en los que venden comida rápida típica de Marruecos. Por ejemplo, aquí podemos encontrar puestos ambulantes en los que hacen zumo de granada exprimida en el momento, puestos de dulces árabes, locales en los que venden bocadillos con carne picada, unas especies de crepes con queso y miel... y todo por un precio simbólico. Estamos hablando de que un bocadillo enorme te puede costar un euro y medio. A nosotros este tipo de comida nos vuelven locos, por lo que fuimos casi todos los días para cenar, probando distintos puestos. 

  • PLAZA JEMAA EL FNA: Esto me genera una especie de contradicción. En la plaza más céntrica y conocida de Marrakech todas las noches montan una serie de puestos de comida callejera, y el ambiente es increíble. Cuando uno pasea por allí se siente sumergido en la cultura del país. Al principio de la entrada comentaba que los marroquís no tienen la costumbre de comer en restaurantes, pero lo que sí suelen hacer es comer algo rápido en este tipo de puestos para calmar el hambre hasta llegar a casa. Por lo que, en esta plaza, es muy común ver a gente local comiendo en estos puestos. El problema es que en cuanto ven que eres turista te empiezan a insistir para que te sientes en un puesto, te enseñan la carta e intentan convencerte con una serie de ofertas (es muy típico que te ofrezcan la bebida gratis). Al final es un ambiente agobiante, pues hasta que no te sientas en algún puestecito no dejan de acosarte. Y, una vez que pides, hay que tener cuidado porque es muy común que te pongan algo que no has pedido y terminen cobrándote lo que quieran. Además, se olvidan de la oferta que te hicieron al principio, y terminas pagando una barbaridad o discutiendo. Por eso, es un poco contradictorio, porque siento que es una experiencia que hay que vivir, pero es un poco agobiante y es muy fácil ser timado. Pero bueno, sabiendo esta información, ya es decisión de cada uno probar un día la experiencia de comer en esta plaza o no. La comida que suelen tener es en todos los puestos la misma y al mismo precio: pinchitos y diferentes carnes a la plancha. Nosotros pedimos unos pinchitos de pollo, pero habíamos pedido solo un plato y nos dijeron que nos invitaban a la bebida. Al final nos trajeron dos platos y terminaron cobrándonos la bebida. Eso sí, la comida está buena. 
  • DISTINTOS PUESTOS DE ZUMOS, CARACOLES... En la misma plaza hay unos puestos ambulantes diferentes a los anteriores. Estos se diferencian porque son una especie de remolque que se abre y tienen un montón de fruta llamativa y bien colocada. En estos puestos venden zumos por 2 o 3 euros, y la verdad es que están riquísimos. El problema es que lo ofrecen como que puedes elegir los sabores que quieras, pero al final te ponen lo que tienen. Aún así, nos encantaron. Ojalá hubiera este tipo de puestos en España. Además, había otros puestos similares de caracoles en caldo. No sé si estarán durante todo el año. A mí me encantan los caracoles, por lo que también terminé repitiendo varios días. 

En definitiva, hay toda una variedad de comidas que probar, a cuyo sabor no estamos tan acostumbrados, por lo que se vuelve una experiencia única. Recomiendo pasear una noche por la calles del zoco, especialmente la "Derb Dabachi" e ir probando distintos productos de los que cuestan entre 1 y 3 euros (bocadillos, crepes, dulces, zumos...). 

La gente suele bromear con que comer en Marruecos es toda una aventura, y que es muy probable terminal mal de la barriga. Yo he de decir que normalmente tengo el estómago muy delicado y que, sin embargo, no tuve ningún problema en todo el viaje. Y eso que no me controlé nada y comí todo lo que me apeteció. Eso sí, tomé algún que otro protector de estómago cuando intuía que las comidas eran demasiado pesadas, para prevenir, y siempre evité beber agua del grifo. 

Espero que esta entrada os facilite vuestro viaje si tenéis pensado visitar esta maravillosa ciudad pronto. Yo tengo muchas ganas de seguir conociendo otras partes de Marruecos y volver a disfrutar de su gastronomía. 

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