Famosa por su acueducto romano perfectamente conservado, Segovia es conocida además por su alcázar y su gastronomía (especialmente por el cochinillo asado, pero también por el ponche segoviano).
Podemos visitarla en un día, si aprovechamos desde la mañana. Lo mejor es que está a tan solo una hora y media desde Madrid, y el autobús cuesta 4€ por lo que la visita merece totalmente la pena si estamos por la capital y tenemos tiempo de sobra.
El autobús sale desde el Intercambiador de Transportes de Moncloa, y la compañía es Avanza. Nosotros cogimos uno de los primeros autobuses (a las 7:30h) y así llegamos temprano para aprovechar el día. La estación de autobuses de Segovia está a apenas 10 minutos del acueducto y del centro en sí, por lo que al instante quedaremos asombrados con la maravillosa imagen del acueducto con la primera luz del día.
Como siempre, recomiendo hacer un free tour para conocer mejor esta maravillosa ciudad con tanta historia. Dejo el enlace del free tour de Civitatis
pinchando aquí.
Además, recomiendo sin duda visitar el Alcázar, un edificio medieval del siglo XII, que fue residencia de diferentes reyes y presenció momentos históricos tan importantes como la proclamación de Isabel la Católica como reina (de paso recomiendo ver la serie de Isabel, donde se muestran planos de este alcánzar y es muy fiel a la historia, enlace a los capítulos aquí).
La entrada al Alcázar cuesta 5'50€ (3'50€ con carné de estudiante). Las audioguías cuestan 3€, pero en este caso la recomiendo encarecidamente para poder comprender mejor dónde nos encontramos y toda la interesante historia del edificio (podéis obtener más información sobre precios y horarios
pinchando aquí). Puedo afirmar que este alcázar es probablemente el más bonito que he visitado hasta ahora, y me dejó especialemente asombrada la sala de los Reyes (en la que conviene detenerse unos minutos y apreciar todos los detalles, aunque por desgracia tuvo que ser restaurada tras un incendio).
El otro edifico más destacable de Segovia es la catedral. El precio general son 3€, podéis obtener más información sobre tarifas y horarios
pinchando aquí.
Otros puntos de interés para visitar son la réplica de la Loba Capitolina, cedida por Roma por el bimilenario de la construcción del acueducto; o el "Diablillo del acueducto", una escultura reciente cuya instalación fue muy controvertida pues a los vecinos segovianos no les gustaba. Finalmente, ahí está, y sin duda hay que aprovechar para hacerse una fotografía por si algún día terminan retirándola.
Finalmente, encontramos la "
Casa Museo de Antonio Machado", una pensión en la que el poeta pasó varios años de su vida. El precio son 2'50€ e incluye audioguía. La casa es pequeñita pero merece la pena su visita si estamos interesados en la vida de este reconocido autor.
Mi última recomendación es ver el atardecer desde un lugar que quedará grabado en nuestra memoria: concretamente desde el parque "Mirador del Alcázar y los dos Valles". Desde aquí hay unas vistas espectaculares del alcázar desde abajo, el parque es una zona verde donde se pueden hacer picnic y pasar un buen rato.
En cuanto a la comida, el restaurante más conocido sin duda es el Mesón Cándido. Está justo en la esquina del acueducto y se ha ganado la fama por servir el cochinillo asado y cortarlo con un plato frente a los comensales. Posteriormente, se rompe el plato contra el suelo. Si queremos espectáculo, este es nuestro lugar para almorzar y pasar un buen rato. No obstante, si queremos comer un poco más barato, recomiendo algún restaurante en el que sirvan menús. Tened en cuenta que la comida tradicional de Segovia suele ser bastante contundente, por lo que probablemente con un menú podréis comer dos personas.
Nosotros terminamos comiendo en "El Bernardino", donde pedimos un menú típico segoviano que compartimos entre los dos. De primero sopa castellana, de segundo cochinillo y de postre el típico ponche. He de decir que a mí el cochinillo no me gustó, pero personalmente no me gusta la carne y nada más ver la pata del cochinillo ya me impresionó bastante. A Dani sí que le gustó este plato. Y a mí la sopa castellana y el ponche sí me gustaron bastante.
Y tras un buen e inolvidable día por Segovia, llega la noche. Podemos disfrutar un rato de la maravillosa perspectiva del acueducto iluminado, y luego sólo tendremos que volver a la estación de autobuse y coger el siguiente bus de regreso a Madrid (salen con bastante frecuencia, solo debemos fijarnos en a qué hora es el último para no despistarnos y quedarnos sin bus).
Espero que esta entrada os ayude si programáis vuestra visita a esta maravillosa ciudad. Yo creo que no se necesita más de un día para visitarla, pero otra opción si tenéis más tiempo es pasar en algún hostal la noche (no falta oferta turística).
¡Nos vemos en el próximo viaje!
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