Roma es una ciudad preciosa, me gusta compararla con un museo al aire libre, porque a cada paso que das encuentras una obra de arte con siglos de historia a su espalda. Además, gastronómicamente es un regalo al paladar, con miles de opciones de pasta, pizzas, helados... ¡imposible ir y no volver con varios kilos de más!
Eso sí, en verano hay que ir preparados para el calor. Nosotros decidimos ir en agosto de 2019 y tuvimos una importante batalla con los grados. Pero sin duda, le ganamos a la temperatura y ahora, al volver la vista atrás, no recordamos nada del calor, sino todos los buenos momentos que nos regaló esta ciudad.
En esta entrada voy a intentar resumir algunos consejos y los sitios más recomendables para visitar. Espero que todo os sea de ayuda si estáis organizando un viaje a esta eterna ciudad.
DATOS PREVIOS (Avión y hotel)
Antes que nada, en cuanto al avión, nosotros viajamos con Vueling y el precio de ida y vuelta fue 150€ por persona. La duración del vuelo fue aproximadamente dos horas y media.
Estuvimos siete días (seis noches), y nos hospedamos en el hostal "Backpackers Piramide". Como ventaja de este lugar encontramos el precio (272€ por 6 noches + un impuesto por alojamiento de 3€ por noche, típico en Italia pero que a nosotros se nos olvidó pagar y nadie nos reclamó) y la localización ya que, aunque está bastante lejos del pleno centro de Roma, está a menos de diez minutos andando de la estación de metro "Piramide". Y es que en Roma el metro está muy bien comunicado con todos los puntos de interés, y tan sólo tiene tres líneas que son bastante intuitivas. Recomiendo coger el primer día un mapa y llevarlo siempre con vosotros. Además, podéis obtener más información pinchando aquí.
Además, este hostal también está cerca de la estación "Roma Ostiense", que comunica con el aeropuerto Fiumicino (en Roma hay dos aeropuertos: Fiumicino y Ciampino, nuestro avión aterrizó en el primero).
RECOMENDACIONES GENERALES
Para llegar desde el Aeropuerto al centro hay varias opciones: taxi, autobús, tren... Nosotros optamos por el tren, ya que es más rápido y cómodo. Hay dos tipos diferentes de tren que conectan el aeropuerto con el centro: el "Leonardo Express" y la "Línea FL-1". Nosotros elegimos la segunda opción, la Línea FL-1, ya que es más barata y conecta con la estación "Roma Ostiense", que era la más cercana a nuestro hostal. El precio del billete son 8€ y el trayecto dura unos 45 minutos. Los billetes se pueden comprar online pinchando aquí, o en unas máquinas que encontrarás en el propio aeropuerto (solo se puede pagar con tarjeta). Nosotros los compramos en las máquinas una vez que llegamos al aeropuerto, porque no queríamos arriesgarnos a comprar el billete a una determinada hora y que al final no nos diera tiempo a cogerlo. El último día, para volver al aeropuerto volvimos a coger la línea FL-1 desde Roma Ostiense. Eso sí, recomiendo estar muy atentos, ya que nosotros nos equivocamos y cogimos otro tren. Menos mal que nos dimos cuenta y pudimos rectificar, ¡sino hubiéramos perdido el vuelo!
En el caso del Leonardo Express, es un poco más rápido pero más caro (14€). Aunque dependiendo de dónde os alojéis os puede convenir más. Se trata de investigar la mejor opción adaptada a vuestras circustancias. Los billetes se pueden comprar a través de la misma página que el anterior, pinchando aquí.
Muy importante: si compráis los billetes en la máquina, antes de subir al tren hay que validarlos en una pequeña máquina verde que especifica "Trenitalia". Esto es muy importante tenerlo en cuenta, ya que sino lo hacemos nos pueden multar aunque tengamos el billete comprado. Para más información acerca de los trenes podéis pinchar aquí.
- Último consejo relacionado con los trenes. Es algo obvio, pero para saber cuál es la estación que más os conviene y por tanto qué tren coger, recomiendo buscar en google maps cómo llegar desde el aeropuerto hasta el hotel. ¡Así no habrá dudas!
- ¡No comprar agua embotellada! Sigo con los consejos generales, y el siguiente es, efectivamente, llevar tu propia botella y no caer en comprar agua a los múltiples vendedores que intentarán colártela. Y es que en verano el calor puede ser insorportable, ¡pero es que Roma está llena de fuentes! Hazme caso, cada vez que sientas que estás muriendo de sed o calor, encontrarás una fuente. ¡Mira bien! Hasta las fuentes más inesperadas son de agua potable (ej. nosotros en la Plaza de España caímos en la tentación de comprar agua embotellada pensando que no habría ninguna fuente, y al final descubrimos que de la propia fuente de la Barcaza se puede rellenar la botella).
- Llevar crema solar y gorra (obviamente si es verano). Puede parecer algo evidente, pero si estamos todo el día andando por la calle y visitando monumentos al aire libre es muy probable que nos quememos. Recomiendo llevar crema solar en la mochila el día que visitéis el Coliseo y el Foro Romano, ya que apenas hay sombra.
- Si sois mujeres, llevad un pañuelo o cualquier prenda para poder taparse los hombros en caso de entrar a cualquier edificio religioso (especialmente el Vaticano). Además de pantalones largos. Esto es fundamental el día que visitéis el Vaticano, pero también si queréis entrar al Panteón o a cualquier iglesia. Os aseguro que hay un control estricto y si no caéis en este detalle no os dejarán pasar con los hombros o las piernas descubiertas.
- Hacer un free tour, ¡o varios! Esto lo recomiendo siempre que visitamos una nueva ciudad. Como decía al principio, Roma es un museo al aire libre por lo que ¿qué mejor manera que conocerla que paseando por sus calles mientras un guía nos descubre cada monumento y rincón? Nosotros hicimos el free tour general (el cuál es imprescindible para conocer los monumentos más importantes de la ciudad), aunque hay muchos más. El nocturno de misterios y leyendas tiene que ser muy interesante.
- Pasear de noche. Y es que Roma de noche tiene aún más encanto que de día. Recomiendo visitar los principales monumentos bajo la luz de la luna: el Coliseo, la Fontana di Trevi, pasear por la Plaza del Pópolo, la Plaza de España... verlo todo iluminado es, sin duda, mágico.
- No coger el autobús. El mejor medio de transporte para moverse por Roma es, sin duda, el metro. Los autobuses están muy mal organizados, es un lío cogerlos, siempre van llenos de gente y encima no se paga al conductor, sino que tienes que validar el billete que ya tengas en una máquina que hay en la parte trasera (prácticamente nadie paga el autobús). Nosotros solo lo cogimos una vez de noche e iba tan lleno de gente que nos tuvimos que bajar en la siguiente parada.
- Roma Pass. Como digo, lo mejor en Roma es moverse en metro. Los billetes se compran en las máquinas que hay en las diferentes estaciones y cuestan 1'50€ cada viaje (lo que sí es un poco caro). También está la opción de comprar billetes de 24 horas (7 euros), incluso de 48 y 72 horas. Estos se compran en los estancos (tienen una señalización con una "T" azul). Importante: ¡recuerda validar el billete antes de subir al metro! Y luego está la opción de la Roma Pass (también se puede comprar en los estancos). Está la opción de 72 horas (38'5€) o 48 horas (28€). Durante esos días podrás subir gratuitamente a los diferentes medios de transporte (metro y bus), y además incluye la entrada gratuita a un monumento (o a dos, en el caso de la de 72€). Entre estos monumentos no se incluye en Vaticano, pero sí el Coliseo, diferentes museos, etc. Nosotros compramos la de 72 horas y la aprovechamos para coger sin medio el metro todas las veces que lo necesitamos y para entrar al Castillo de Sant'Angelo y a los museos Capitolinos.
QUÉ VER
COLISEO: Es, sin duda, el monumento más visitado de Roma y probablemente del mundo. Es considerado una de las siete maravillas del mundo moderno, y tiene tanta historia a su espalda que entran escalofríos de tan solo imaginarlo. Este tipo de estructura es famosa por las típicas películas de lucha de gladiadores (Gladiator, sin ir más lejos), pero realmente su función principal no era castigar, sino entretener al pueblo (de ahí viene la famosa frase de "dales pan y circo"). "Coliseo" no era su nombre original. Este nombre se le quedó porque a su lado había una enorme estatua de bronce llama el "Coloso de Nerón". Hoy en día esta estatua se ha perdido completamente (probablemente incluso fuera fundida), pero se ha quedado el nombre. Los espectáculos eran gratis para el pueblo y duraban un día entero. Por la mañana solían ser espectáculos de animales y por la tarde los espectáculos "más fuertes" (pelea de gladiadores o un hombre contra un animal salvaje). Pero lo más sorprendente es que incluso hacían batallas navales en las que inundaban la arena de agua. Además, bajo la arena había mecanismos (actualmente desconocidos) que hacían que los gradiadores aparecieran en mitad de la arena como si hubiera nacido del suelo.
Mi principal recomendación es visitar el Coliseo y el Foro a través de un tour, principalmente si es la primera vez que lo visitáis. Obviamente la entrada normal es más barata (dependiendo de qué incluyas: si solo Coliseo, o Coliseo + Foro y Palatino, Coliseo y arena...), pero sin duda este monumento merece ser explicado y comprendido en detalle; así la experiencia es mucho más completa. Nosotros reservamos la visita con la empresa EnRoma, nos tocó un guía estupudendo (Tiberio) y terminamos muy satisfechos (¡repetiríamos sin duda!). Podéis obtener más información sobre esta visita pinchando aquí. En Civitatis también tienen la misma visita, pinchando aquí. Eso sí, si al final decidís hacer la visita por vuestra cuenta, recomiendo que al menos compréis las entradas online para evitar la cola (y aún así puede que tengáis que esperar un poco).
- BOCA DE LA VERDAD: Se encuentra en la fachada de la iglesia "Santa María in Cosmedin". La entrada es gratuita pero tiene un horario que recomiendo mirar antes de ir, ya que si la iglesia está cerrada sólo podréis ver la boca a través de unos barrotes. El horario es todos los días de 9:30h a 17:50h. Seguramente tendrás que esperar una cola para hacerte la típica foto y dar la "voluntad" a un hombre que hay justo al lado en una pequeña mesa. En esta iglesia también está el cráneo de San Valentín.
- FONTANA DI TREVI: En este caso vuelvo a recomendar hacer el free tour por Roma para conocer más acerca de esta fuente. Es otro de los lugares más fotografiados de esta ciudad y, vayas a la hora que vayas, siempre hay gente (a no ser que madrugues muchísimo, lo cuál no sé si merece la pena). En esta fuente cuenta la tradición popular que si tiras una moneda de espaldas volverás a Roma, si tiras dos moneas te enamorarás de un/a italiano/a (en mi caso, ya estoy enamorada de un medio italiano), y si tiras tres te casarás con él. Nosotros por ahora solo tiramos una moneda, sin prisas. De nuevo, recomiendo visitarla tanto de día como de noche, ya que tiene un encanto especial. Dato curioso: las monedas de esta fuente son destinadas a Cáritas.
- PANTEÓN DE AGRIPA: El acceso es gratuito, pero si es verano recuerda que no se puede entrar con patanlón excesivamente corto o en tirantes.
- CIUDAD DEL VATICANO: Otra de las visitas más demandadas. Constituye en sí mismo el país más pequeño del mundo, lo cuál es un dato bastante curioso. El acceso a la Plaza San Pedro y a la basílica es gratuito, pero evidentemente para entrar al museo hay que pagar. De nuevo recomiendo comprar las entradas online para ahorrar esperar la cola. Nosotros las compramos a través de este enlace. También está la opción de hacer una visita guiada, aunque nosotros en esta ocasión decidimos hacerlo por nuestra cuenta, al llegar alquilamos unas audioguías y fuimos buscando las obras que más interés teníamos en ver (aviso que el museo es increiblemente grande, es prácticamente imposible verlo todo en un solo día). La sala más transitada es la Capilla Sixtina, siempre está abarrotada de gente y, a través de unos altavoces, están constantemente recordando que hay que guardar silencio y estar el menor tiempo posible. Importante: en la puerta del museo hay siempre personas ofreciendo visitas guiadas, que incluyen la subida a la Cúpula de San Pedro, te aseguran que es prácticamente imposible subir a no ser que sea a través de contratar este servicio. La realidad es que la entrada a la basílica no se puede reservar con antelación, tiene que ser allí mismo y seguramente habrá que esperar un poco de cola. Pero nosotros pudimos subir sin problema por nuestra cuenta. El precio de la entrada es 6€ (u 8€ si quieres subir una parte en ascensor). Las vistas son espectaculares, merece totalmente la pena. Nota: si estáis todo el día en los museos probablemente os entre hambre (como fue nuestro caso). Nosotros tomamos un tentempié en un bar que hay en un patio de los propios museos y, para nuestra sorpresa, no era excesivamente caro.
- TRASTÉVERE: Es el barrio con más encanto de Roma. Sus calles son muy peculiares, con las paredes llenas de hiedras, mucha variedad de bares y por la noche todo lleno de lucecitas. Merece la pena perderse por sus callojones sin rumbo y disfrutar sin prisa. Recomendación. subir al mirador de Gianicolo al atardecer. Aquí obtuvimos nuestras vistas favoritas de Roma, convirtiéndose así en el lugar más especial.
- MONUMENTO A VICTOR MANUEL II: También conocido como Altar de la Patria. Está situado en la Plaza Venecia, relativamente cerca del Coliseo. En su interior hay un museo gratuito que acoge la "Tumba al soldado desconocido". Eso sí, dentro hay mucha vigilancia y serenidad. Lo mejor de este monumento son las vistas desde la terraza (se puede ver el Coliseo a lo lejos). Hay dos terrazas: una intermedia que es gratuita, y otra en la azotea, a la cuál se accede a través de un ascensor y el precio son 7 euros. Nosotros leímos opiniones de que no merecía la pena pagar tanto, y nos conformamos con las vistas intermedias que nos parecieron estupendas. Nota: este monumento de noche también es precioso.
- CASTILLO DE SANT'ANGELO: Se encuentra junto al río Tíber, muy cerca del Vaticano. Fue encargado por el emperador Adriano, que pretendía usarlo como mausoleo. Posteriormente se construyó un túnel que lo conectara con el Vaticano, con el objetivo de que sirviera de protección al Papa en caso necesario. Lo mejor del castillo son las vistas desde la terraza (yo soy fan de los miradores). Recomiendo su visita sólo si tenéis días suficientes. En caso contrario podéis simplemente pasear por los alrededores y obtener una buena fotografía con la fachada. El precio de la entrada general son 15€, aunque nosostros entramos usando la Roma Pass.
- MUSEOS CAPITOLINOS: Están al lado del Altar de la Patria, en la Plaza Campidoglio (diseñada por Miguel Ángel), y su visita merece mucho la pena. El precio general son 15€, aunque nosotros volvimos a hacer uso de la Roma Pass, y en este caso recomiendo múchisimo alquilar audioguía (al igual que en el Vaticano). La obra más famosa de este museo es la "Loba capitolina" (o "Luperca", que está relacionada con una leyenda acerca del origen de la ciudad de Roma. Según esta leyenda, el Dios de la guerra, Marte, tuvo dos hijos: Rómulo y Remo. Por miedo a que le quitaran el poder los mandó matar, pero terminaron abandonados en una canasta por el río Tíber y llegaron a una colina donde fueron amamantados por la loba Luperca. Cuando crecieron decidieron fundar una ciudad, pero solo uno de ellos podía ser el rey, así que decidieron que el que viera más pájaros sería el fundador de Roma. Ganó Rómulo y dibujó los límites de la ciudad. Más tarde, Remo pasó estos límites y Rómulo lo mató. Esta leyenda sobre el origen de la ciudad es muy popular y son muchas las representaciones de la loba, incluso el escudo del equipo de fútbol Roma incluye a la loba. Por tanto, ¡no os la podéis perder! Recomedación: los Museos Capitolinos están distribuidos en dos edificios, conectados por una galería subterránea. Esta galería se llama Lapidaria y también permite el acceso al Tabularium, un edificio antiquísimo que ofrece unas vistas espectaculares del Foro Romano. Si por cuestión de tiempo no entráis a los Museos Capitolinos, podéis disfrutar de otra fantástica vista desde el "Balcón del Alcalde". Se trata de un mirador gratuito, con unas espectaculares vistas del Foro, y se accede a través del callejón que se encuentra entre el "Palazzo Senatorio" y el "Palazzo dei Conservatori".
- VILLA BORGHESE: Es un parque muy bonito por el que pasear y desconectar. Hay un pequeño lago con un templo. Dato curioso: si os fijáis en el mapa del parque, ¡tiene forma de corazón!
- PLAZA DE ESPAÑA: Esta plaza es famosa por su espectacular escalinata, en la que hasta hace poco era tradición sentarse para comer pizza al taglio o simplemente descansar. En 2019 (poco después de nuestra visita a Roma) prohibieron sentarse, y ahora está penado con multa económica. Pero siempre es una buena opción pasear, subir la escalinata y disfrutar de las vistas. Especialmente recomendado de noche.
- PLAZA DEL PÓPOLO: Otra de las plazas más famosas de Roma, con un colosal obelisco egipcio en el centro y dos iglesias aparentemente gemelas: Santa María del Miracoli y Santa María in Montesanto.
- PLAZA NAVONA: Esta es una de mis plazas favoritas, con tres diferentes fuentes y mucha historia tras su apariencia, ya que antiguamente era el Estadio de Domiciano, en el que se celebraban competiciones deportivas e incluso luchas de gladiadores. Pero lo más curioso es que durante un tiempo esta plaza se inundaba artificialmente de agua para celebrar batallas de barcos. De las tres fuentes la más espectacular es la "Fuente de los cuatro ríos", diseñada por Bernini. Dato: bajo la plaza Navona aún se encuentran las ruinas del antiguo estadio, que se puede visitar por un precio de 8'5€ aprox.
- CRIPTA DE LOS FRAILES CAPUCHINOS: Esta no es una visita imprescindible, pero a nosotros nos llamó mucho la atención y decidimos visitarlo. Se trata de una cripta cuyas paredes está "decoradas" con los huesos de los antiguos frailes capuchinos, creando formas artísticas con ellos. Es un tanto macabro pero a la vez muy curioso. Esta cripta se encuentra en el interior de la Iglesia de Santa María de la Concepción y la entrada cuesta unos 6€.
Evidentemente en Roma hay mil posibilidades más de lugares que visitar. Por ejemplo, nosotros no llegamos a visitar la Vía Appia y las catacumbas (¡lo apuntamos para la próxima). Roma es una ciudad a la que sabes que volverás, y siempre quedan cosas por hacer y descubrir.
Si necesitáis más información sobre Roma, en esta entrada os dejo mis recomendaciones acerca de dónde comer.
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