miércoles, 12 de abril de 2023

Ruta por el Algarve en 4 días

Esta semana santa de 2023 decidimos aventurarnos y conocer la zona del Algarve portugués en una ruta de 4 días en coche. En esta entrada haré un resumen de los pueblos y playas que visitamos, y daré recomendaciones de dónde comer y dónde dormir si, como nosotros, viajáis en un coche camperizado, furgoneta o autocaravana. 

En otra entrada hablaré de cómo nosotros "camperizamos" nuestro coche (un Peugot 207) sin gastar prácticamente nada. Viajar de esta forma siempre ha sido mi sueño, pero nunca imaginé que sería tan fácil. Lo mejor es la flexibilidad que da a la hora de ir visitando pueblos sin tener un lugar reservado en el que obligatoriamente pasar la noche. 

De todas formas, esta ruta es perfectamente adaptable a la posibilidad de dormir en hoteles u hostales. 

  • PEAJES

El tema de los Peajes en Portugal era algo que nos preocupaba un poco antes de informarnos, pero realmente es algo muy sencillo. Toda la zona sur de Portugal está muy bien comunicada con la autopista A22. Puedes llegar desde Ayamonte (Huelva) hasta Lagos en apenas una hora. Pero a lo largo de esta autopista hay una serie de puntos con cámaras que registran tu matrícula y posteriormente te cobran un peaje que varía en función de la zona. 

Para que esto sea efectivo, debes registrar tu matrícula junto con una tarjeta bancaria para que carguen ahí los peajes. Esto se llama "Easytoll" y se puede hacer por internet (pinchando aquí) o personalmente a la entrada en Portugal. Nosotros lo hicimos de esta segunda forma y fue bastante rápido y sencillo.

Básicamente, tras cruzar el puente que hace de frontera entre España y Portugal hay un letrero que pone "i turismo", tomas la primera salida a la derecha, en una zona con unas sombrillas blancas. Hay unas máquinas en las que debes insertar la tarjeta bancaria sin bajarte del coche y, en apenas unos segundos, la registran. Y listo, no debes hacer nada más, pues una cámara capta automáticamente la matrícula y la vincula a la tarjeta. Ya puedes seguir tu camino, teniendo en cuenta que cada vez que pases por zonas de peajes se irá cargando en tu tarjeta el importe que indiquen los letreros (dependiendo del tamaño del vehículo).

A nosotros nos costó (ida y vuelta hasta Lagos) un total de 12€. Aunque hay que tener en cuenta que a la vuelta fuimos visitando distintos pueblos, por lo que no íbamos todo el tiempo por la autopista. 

ITINERARIO

1.  LAGOS

Como comentaba al principio, nosotros aprovechamos el puente de cuatro días de semana santa para hacer este viaje. Salimos desde Málaga el Miércoles sobre las 17:00h. Decidimos ir directamente hasta Lagos, que era el pueblo más lejano que queríamos visitar, dormir allí y los siguientes días ir visitando los pueblos ya en dirección a España para que la vuelta el último día se hiciera más corta. 

Desde Málaga hasta Lagos hay prácticamente 5 horas de viaje. Llegamos ya de noche, cenamos unos bocadillos que habíamos preparado y dormimos en una zona apartada que habíamos buscado previamente en la aplicación Park4night, la cuál recomiendo si viajáis de esta forma. 

Nosotros concretamente pasamos la noche en estas coordenadas: 37°05'14.0"N 8°40'51.2"W (se pueden buscar directamente en google maps).

Se trata de un aparcamiento en una zona residencia pero en la que hay un descampado con hierbas altas, por lo que al final hay bastante intimidad. Por la mañana incluso desayunamos sin problema. 

Y una vez descansados y desayunados, empezó nuestra mañana de exploración de playas en Lagos:
  • Plaia dos Estudantes: recomiendo comenzar visitando esta playa, pues es muy famosa por el puente romano que puede apreciarse desde ella. En la época que nosotros fuimos había muy poca gente, pero leí que en verano suele llenarse bastante. Esta playa fue una de nuestras favoritas, quizás porque fue la primera que veíamos, pero nos pareció muy bonita. Además, nos sorprendió mucho que las playas están conectadas por túneles que permiten pasar de una a otra. Para llegar a esta playa aparcamos en un parking de pago que hay prácticamente al lado. Una hora costaba 60 céntimos. 
  • Praia Dona Ana: Está a 15 minutos andando desde la anterior. Esta playa también nos gustó bastante, aunque fue la que menos nos llamó la atención del día. 
  • Praia do Camilo: a esta playa se puede ir andando desde la de Doña Ana, aunque nosotros decidimos ir en coche para no gastar energías. La escalera que lleva hasta la playa es muy fotogénica, y también nos gustó mucho la playa. Hay dos partes conectadas también por un túnel. La segunda parte nos gustó aún más, pero también había más gente. 
  • Ponta da Piedade: prácticamente al lado de la Praia do Camilo se encuentra esta zona, una especie de ruta de senderismo consistente en una serie de pasarelas sobre unos acantilados con muchísimos miradores naturales. Merece mucho la pena salirse del camino (siempre con mucha precaución) e ir disfrutando las vistas de los acantilados y formaciones rocosas. 

He de decir que, a pesar de pasar la mañana visitando playas, no pudimos bañarnos pues el tiempo no acompañaba. Lo bueno de viajar en esta fecha es la poca gente que hay, pero lo malo es que es muy probable que no haga tanto calor como para bañarse. Todo tiene sus pros y sus contras. 

Y después de una mañana intensa, llega la hora de comer. Es muy importante tener en cuenta que en Portugal tienen la costumbre de almorzar mucho más temprano que en España. De hecho, hay restaurantes que cierran a las 14:30h, por lo que hay que ir temprano. Nosotros comimos en Restaurante-bar Inna y nos gustó mucho. Tienen una serie de platos del día, a diferentes precios apuntados en una pizarra, y luego en la carta tienen más platos fijos. 

Nosotros pedimos como plato del día Bacalhau á brâs, y de la carta pedimos la cataplana, que un plato típico del Algarve. El precio del Bacalao era 9'5 , y era un plato bastante generoso. Y el precio de la cataplana para una persona era 19'5 (nosotros pedimos la de peixe). Este precio está muy bien, pues los siguientes días vimos otros restaurantes en los que era mucho más cara. 


Después de comer, decidimos pasear por el pueblo de Lagos, el cuál nos pareció muy acogedor (aunque no fue de nuestros favoritos). La parte que más nos gustó fue el puerto (o la Marina, como lo llaman allí). En esta zona hay un montón de pequeños puestos en los que ofertan paseos en barco para observar los acantilados de la Ponta da Piedade desde el mar, y también salen barcos hasta Benagil (que era otra zona que teníamos muchas ganas de visitar). Pero este día hacía mucho viento y se cancelaros estas actividades, por lo que no pudimos vivir la experiencia ¡pero nos guardamos las ganas para la próxima visita!
Un poco después decidimos merendar en una panadería que habíamos visto recomendada. Se llama "Padaría Cetral" y tiene algunos dulces típicos como:
  • Bolo de arroz: es como una magdalena pero con harina de arroz. A mí personalmente me pareció que le faltaba un poco de dulzor, pero de textura estaba muy esponjosa.
  • Dom Rodrigo: consiste en huevo deshilachado presentado en un envoltorio con forma triangular de distintos colores. Me pareció muy curioso y el sabor me gustó bastante. 
  • Pastel de Belém: este dulce es más bien típico de Lisboa, pero ya que estamos en Portugal merece la pena probarlo aquí también. 

2. FERRAGUDO

Tras merendar, dejamos atrás Lagos y pusimos rumbo a Ferragudo. Este pueblo no es tan famoso, de hecho es muy pequeño, pero muy encantador. Fue uno de los pueblos que más nos gustó, junto a Tavira. Llegamos justo para ver el atardecer, el cuál disfrutamos muchísimo. 

Aquí decidimos pasar la noche, en un descampado con vistas de todo el pueblo. Este sitio lo encontramos por nosotros mismos, pues no estaba en la aplicación park4night. Estas son las coordenadas: 37º7'32.088''N 8º31'24.543''W

Como digo, este es un pueblo muy pequeño y, por tanto, con poca oferta gastronómica y de ocio. Nosotros solo fuimos a disfrutar de un paseo por el pueblo, de las vistas y a pasar la noche. No puedo recomendar sitios para comer, pues nosotros cenamos en el coche. 

3. BENAGIL

El siguiente día nos levantamos y temprano y pusimos rumbo a la playa de Benagil. Nuestra idea era visitar el Algar de Benagil, que es una de las cuevas más famosas del Algarve, a la que sólo se puede acceder en lancha, kayak o nadando. 

La verdad es que encontramos aparcamiento fácil, en un descampado habilitado al efecto. Y justo al lado del aparcamiento había un puesto cuyo cartel ofertaba alquiler de kayak para visitar la cueva. Pero volvimos a tener la mala suerte de que, por condiciones del mar, no se podían alquilar kayak ni lanchas para ese día. 

Hicimos una foto del número de móvil para preguntar al día siguiente, pero parece que durante todos esos días el tiempo no nos acompañó. Igualmente, adjunto foto del contacto del sitio, porque puede ser una buena idea informarse de las condiciones del mar antes de llegar hasta allí. 

4. PRAIA DA MARINHA

Nuestra siguiente parada fue la Praia da Marinha. Habíamos leído que es difícil encontrar aparcamiento si no vas muy temprano, pero la verdad es que nosotros aquí tampoco tuvimos problema. También hay que tener en cuenta que fuimos en temporada baja, por lo que en otra época igual sí que hay más dificultad. Antes de bajar a la playa recomiendo seguir el sendero que hay hacia la derecha, está bastante bien señalizado. Las vistas de los acantilados son impresionantes, no tienen mucho que envidiar a Ponta da Piedade. Lo mejor es la vista del doble arco natural. 


Después, merece la pena bajar a la playa y disfrutar un rato del sol (porque el agua estaba helada). Aquí también es muy divertido entrar por una gruta que hay nada más bajar los escalones a la izquierda. Parece que no tiene salida, pero la verdad es que da a una pequeña playa muy bonita. Eso sí, si la marea está alta es muy probable que os mojéis los pies. 


5. CARVOEIRO

Fue el siguiente pueblo que visitamos. Realmente, tal y como nosotros lo hicimos, implica volver un poco hacia atrás en la ruta. Tendría más sentido visitar primero Carvoeiro y, a continuación Benagil y Praia da Marinha. Pero nosotros lo hicimos de esta forma para evitar encontrar la playa llena de gente. 


La verdad es que Carvoeiro es otro pueblo con encanto. Sin duda, recomiendo mucho su visita. Nosotros llegamos bastante tarde para comer y, temimos no encontrar nada abierto. Por suerte, encontramos un sitio en el que tienen un menú de Bifana, sopa y bebida por 5€. La bifana es un bocadillo típico de Portugal, básicamente lleva filetes de cerdo. La verdad es que está muy bueno, y por ese precio es bastante barato. También tiene "Prego", que es otro bocadillo similar, pero con carne de ternera. 

El sitio se llama "Doce Mar Café" y, además, está bastante céntrico. 

6. ALGAR SECO

Después de comer, paseamos un poco por el pueblo y, a continuación, fuimos al Algar Seco. Se puede ir perfectamente andando desde el pueblo, son unos 15 minutos por unas pasarelas con vistas al mar. 

Este lugar es increíble. Hay unas escaleras por las que se puede acceder a una serie de formaciones rocosas, cuyo paisaje parece sacado de película. Puedes ir andando por las rocas, descubriendo grutas y cuevas, observando cómo las olas chocan contra las piedras... Uno de los rincones más famosos es una especie de gruta o pasadizo entre las rocas que da a un balcón natural. Esto se llama "Gruta de Boneca" y para llegar hay que atravesar la terraza de un bar (lo cuál me parece bastante fuera de lugar). Suele haber cola para hacer fotos, pero las vistas merecen la pena. 


7. ALBUFEIRA

Después de todo el día visitando playas y cuevas, estábamos bastante cansados. Nuestra siguiente parada era Albufeira, dónde encontramos otro buen sitio para pasar la noche. Estas son las coordenadas: 37º5'37.656''N 8º15'3.713''W

Pero, antes de dormir, decidimos cenar en un Mcdonals y visitar el pueblo de noche. 

Parece una tontería, pero recomiendo visitar un Mcdonals en Portugal, aunque sea solo una vez. Hay productos bastante diferentes que en España no se suelen encontrar (tenían incluso sopas) y, por supuesto, supone un ahorro al bolsillo, ya que comer todos los días fuera implica un gran desembolso. 

Una vez cenados, fuimos paseando hacia el centro de Albufeira. Ya habíamos escuchado que por las noches tiene bastante ambiente (además, era viernes), pero la realidad superó todas nuestras expectativas. Hay un par de calles que parecen formas parte de Las Vegas, con la música súper alta y la gente bailando en mitad de la calle. 

A nosotros no nos gusta mucho la fiesta, pero fue muy divertido simplemente pasear y ver el ambiente.

De hecho, a la mañana siguiente volvimos a visitar el pueblo para ver el contraste entre la noche y el día, y la verdad es que parece otro pueblo totalmente distinto. Por tanto, recomiendo su visita tanto por el día como por la noche. Y, si os va la marcha, definitivamente este es el mejor pueblo de todo el Algarve en ese sentido. 


8. FARO

El sábado, tras visitar Albufeira, pusimos rumbo a Faro. Comimos bastante bien en "Restaurante O Chalavar". Lo original de este sitio es que puedes elegir los pescados que quieras en una vitrina, y lo hacen a la brasa. El precio no es muy elevado. Recomiendo sentarse lejos de la barra, ya que se genera mucho humo y el olor puede llegar a impregnarte la ropa. 

Después, visitamos el pueblo, pero fue el que menos nos gustó de todo nuestro viaje. Supongo que, acostumbrados a ver pequeños pueblos con encanto, Faro no nos sorprendió tanto. Por eso, nuestra visita no fue muy larga. 

9. TAVIRA

Nuestro penúltimo destino fue Tavira, uno de los pueblos más cercanos a la frontera con España. Este pueblo, junto con Ferragudo, fue de nuestros favoritos. Recomiendo callejear sin rumbo y perderse por las callejuelas, cruzar el puente romano y disfrutar del atardecer junto al río. 

En este pueblo decidimos, además visitar el centro comercial para comprar productos típicos en el supermercado "Continente" y cenar en una cadena portuguesa llamada "Eat à portuguesa". Fuimos porque vimos en internet que vendían "Francesinhas", que es un plato típico de Oporto pero que ya probamos en su día en Lisboa y nos encantó. Por ello, no queríamos irnos de Portugal sin volver a probarlo. 

Básicamente es un sándwich de distintas carnes, recubierto con queso fundido y una salsa de cerveza. 

Como digo, fuimos a este centro comercial específicamente a tomar este plato. Las opiniones del sitio no eran muy buenas, pero para nosotros fue todo lo que esperábamos. El precio de una francesinha, patatas y una bebida son 10'45€. Además, tienen más comidas típicas como las bifanas, todo en concepto de comida "rápida". 


Seguramente no sea la mejor Francesinha del mundo, pero nos quitamos el antojo de volver a probarla. Y para terminar la noche fuimos a probar otro producto típico de Portugal: la ginjinha. Se trata de un licor de cereza que suele estar riquísimo, y más cuando lo sirven en un vaso de chocolate. En Lisboa nos fue más fácil encontrarlo en distintos locales, pero en el Algarve sólo encontramos este sitio en Tavira, llamado "Ginjinha da Fonte". El precio de cada chupito es 1'5
€.


Esta última noche de nuestro viaje la pasamos en Tavira. Dormimos cerca del río, y pasamos la noche bastante bien. Lo único malo es que hasta las 23:00h de la noche pasa un tren muy cerca, por lo que se escucha el ruido bastante fuerte. Y luego vuelve a funcionar desde las 7:00h de la mañana. Estas fueron nuestras coordenadas: 
37°07'47.7"N 7°39'12.3"W

Aunque no pasamos mala noche, si volviéramos a Tavira intentaríamos quedarnos a dormir por la zona del centro comercial, pues parece más tranquila. 

10. PRAIA DO BARRIL

El último día nos levantamos temprano para visitar uno de nuestros últimos destinos: la playa de Tavira. Realmente este pueblo no tiene playa como tal, sino que está rodeada por un río y, justo después del río, hay una especie de isleta que es todo playa paradisíaca. 

Este paisaje es muy distinto a lo que habíamos estado viendo los días anteriores, por lo que teníamos muchas ganas de verlo. Hay varias formas de llegar hasta la playa de Tavira: en barco, en trenecito o andando. Nosotros optamos por ir concretamente a la Praia do Barril. El aparcamiento para llegar a esta playa está a unos 15 minutos en coche desde Tavira. Una vez dejamos el coche, hay que cruzar un puente y justo después hay un sendero por el que se puede ir caminando durante unos 15 minutos, o coger el trenecito. A nosotros nos hacía ilusión coger el tren, pero realmente no merece mucho la pena porque va muy lento y cuesta dos euros cada viaje. Desde mi punto de vista, es mejor ir dando un paseo. 


La playa, como digo, es paradisíaca. La vista se pierde y lo único que se ve es la arena y el mar. Nada más alrededor (aparte de un bar). Creo que para disfrutar de un día de baño es una zona ideal. 

Además, hay una parte que se conoce como "Cemitério das Âncoras", y es una especie de monumento consistente en una serie de anclas abandonadas clavas en la arena. Es muy curioso. 

Este día teníamos pensado comer en un bar que habíamos visto recomendado y nos llamaba mucho la atención. Se llama "Vela 2" y lo interesante es que es un buffet de pescado. Por 12 euros te van sirviendo pescado hasta que no puedas más. Recomendaban ir muy temprano para coger sitio, ya que se suele llenar bastante. Nosotros estábamos en la puerta a las 12:00h, pero nos llevamos un chasco cuando vimos que justo ese día estaba cerrado y en un cartel en la puerta ponía "hoy no hay peces". No sé si es que cierran los domingos, si era por ser "domingo de resurrección" o que justo ese día no tenían producto. 
Pero bueno, ya tenemos otro sitio pendiente para volver. 

Estuvimos buscando otros bares, pero estaban casi todos cerrados. Así que terminamos otra vez en el centro comercial probando otro local llamado "Sopa&Go", donde tenían un menú interesante de sopa, "bacalhau as natas" (que estaba riquísimo" y bebida (no recuerdo el precio exacto pero no era muy caro).

11. CACELA VELHA

Después de comer, empezaba nuestra vuelta a España. Pero antes, pasamos por nuestra última parada: "Cacela Velha" un pequeño pueblo de literalmente un par de calles, a unos 15 minutos en coche de Tavira. Realmente no sé si se considera un pueblo, o simplemente un puñado de casas, una iglesia y un pequeño cementerio. Pero las casas están muy cuidadas, con las típicas fachas características de esta zona, y lo mejor es que tiene una playa muy bonita, que se fusiona con el río y genera un paisaje encantador. 

Nosotros solo fuimos de pasada, pero creo que también es un buen sitio para echar un día de playa. Si no, simplemente ir a disfrutar de las vistas merece la pena.


Y, tras esta visita, terminó oficialmente nuestra escapada por el Algarve. La verdad es que he terminado enamorada de toda esta zona y realmente no está tan lejos. Estoy segura que volveremos más pronto que tarde para disfrutar sus playas cuando haga mejor tiempo, y seguir degustando su gastronomía.

miércoles, 22 de marzo de 2023

Dónde y qué comer en Marrakech

Marrakech es una ciudad ideal para disfrutar de la gastronomía marroquí a un precio muy asequible. Especialmente en la Medina encontramos mucha oferta, pero hay que tener claro previamente dónde queremos comer para no caer en las insistencias de los locales y terminar entrando a sitios demasiados turísticos. 

Hay que tener en cuenta que los marroquís no tienen la costumbre de comer fuera de casa con frecuencia, por lo que la mayoría de restaurantes que encontramos están pensados para los turistas. Pero aún así hay mucha diferencia entre unos y otros. 

Hoy voy a recomendar los sitios donde nosotros comimos, pero antes empezaré describiendo los principales platos típicos de Marruecos:

  • PASTELA: es una de mi comidas favoritas. Consiste en una masa de hojaldre rellena de carne (normalmente de pollo, pero las hay de diferentes sabores) y frutos secos, recubierto con azúcar glas y canela. Este plato mezcla el sabor dulce y el salado, y es todo un manjar para el paladar. 
  • TAJINE: Este plato toma su nombre del recipiente típico en el que se presenta, una especie de cazuela de barro muy característica. En su interior se encuentra algún tipo de carne, normalmente pollo o cordero. Este plato me gusta un menos porque me resulta un poco seco, pero concretamente en Marrakech probamos uno de cordero con ciruelas que estaba especialmente rico. 
  • COUS COUS: o cuscús, es un plato que lleva como base sémola de trigo, acompañada de carne (puede ser de pollo, cordero, ternera...) y distintas verduras. 
  • KEFTA: Es una carne picada muy especiada, presentada en forma de pequeñas hamburguesitas. 
  • DULCES ÁRABES: Los hay de muchos sabores. Son pequeños dulces muy concentrados, elaborados normalmente con frutos secos y miel. Merece la pena comprar algunos variados para probar distintos sabores (aunque al final terminan pareciéndose bastante entre sí).
  • ZUMOS DE FRUTAS: es muy común encontrar puestos callejeros en los que venden zumos naturales de frutas muy baratos. El más típico es el de naranja.
  • : Por supuesto, no podemos olvidarnos del té. El más común es el de menta, aunque tienen toda una variedad de sabores.

DÓNDE COMER:

  • CAFÉ CHEZ ZAZA: Fue el primer sitio en el que almorzamos y la comida nos pareció muy buena. Pedimos pastela de pollo y cous cous de verdura, además de un par de zumos. La pastela fue una de las que más nos gustó en todo el viaje. El precio es medio, nos costó un total de 190 Dh (que serían unos 19 euros). Comparado con España es barato, pues comimos dos personas bastante bien. Pero hay sitios aún más económicos en Marrakech. Eso sí, la relación calidad-precio es muy buena.

  • CUISINE DES TERROIR: Es un local pequeñito, pero que habíamos visto muy recomendado. Pedimos de nuevo pastela, y esta vez probamos el tajín de pollo con limón. El tajín estaba especialmente bueno. El precio es similar al anterior. 

  • MECHOUI: Este es un local muy peculiar. Nosotros lo habíamos visto recomendado en internet, pero a mí no me llamaba mucho la atención y en principio no pensábamos ir. Pero en una excusión que hicimos al desierto conocimos a una pareja que ya lo había probado y nos lo recomendaron, así que decidimos echarle valor y la verdad es que fue uno de los sitios que más nos gustaron de todos los que probamos. En este local básicamente sirven cordero, pero lo curioso es que lo cocinan en un agujero bajo el suelo. Te lo ponen al peso (puedes pedir medio kilo o un kilo), lo acompañan con un buen pan y sin cubiertos (está bien visto comerlo con las manos). Es muy barato y la verdad es que está bueno. A mi no me gusta mucho la carne, la de cordero menos, y si embargo disfruté esta experiencia. Nosotros solo pedimos medio kilo, pero si volviéramos pediríamos el kilo entero.

  • CHEZ BRAHIM: Habíamos visto este restaurante recomendado porque tienen menús del día por 7'5 euros. Pero nosotros el día que fuimos ya habíamos picoteado antes, por lo que teníamos poca hambre y terminamos pidiendo un tajín de cordero con ciruelas y almendras. Estuvo riquísimo. El precio del tajín era 100 Dh (unos diez euros). Quizás es un poco más caro que en otros sitios. Si fuéramos en otra ocasión, probaríamos un menú de 7'5 y lo complementaríamos con este tajín.  

  • CALLE DERB DABACHI: Esta calle es la misma en la que se encuentra el "Chez Brahim", pero se convirtió en nuestra calle favorita porque está llena de pequeños negocios en los que venden comida rápida típica de Marruecos. Por ejemplo, aquí podemos encontrar puestos ambulantes en los que hacen zumo de granada exprimida en el momento, puestos de dulces árabes, locales en los que venden bocadillos con carne picada, unas especies de crepes con queso y miel... y todo por un precio simbólico. Estamos hablando de que un bocadillo enorme te puede costar un euro y medio. A nosotros este tipo de comida nos vuelven locos, por lo que fuimos casi todos los días para cenar, probando distintos puestos. 

  • PLAZA JEMAA EL FNA: Esto me genera una especie de contradicción. En la plaza más céntrica y conocida de Marrakech todas las noches montan una serie de puestos de comida callejera, y el ambiente es increíble. Cuando uno pasea por allí se siente sumergido en la cultura del país. Al principio de la entrada comentaba que los marroquís no tienen la costumbre de comer en restaurantes, pero lo que sí suelen hacer es comer algo rápido en este tipo de puestos para calmar el hambre hasta llegar a casa. Por lo que, en esta plaza, es muy común ver a gente local comiendo en estos puestos. El problema es que en cuanto ven que eres turista te empiezan a insistir para que te sientes en un puesto, te enseñan la carta e intentan convencerte con una serie de ofertas (es muy típico que te ofrezcan la bebida gratis). Al final es un ambiente agobiante, pues hasta que no te sientas en algún puestecito no dejan de acosarte. Y, una vez que pides, hay que tener cuidado porque es muy común que te pongan algo que no has pedido y terminen cobrándote lo que quieran. Además, se olvidan de la oferta que te hicieron al principio, y terminas pagando una barbaridad o discutiendo. Por eso, es un poco contradictorio, porque siento que es una experiencia que hay que vivir, pero es un poco agobiante y es muy fácil ser timado. Pero bueno, sabiendo esta información, ya es decisión de cada uno probar un día la experiencia de comer en esta plaza o no. La comida que suelen tener es en todos los puestos la misma y al mismo precio: pinchitos y diferentes carnes a la plancha. Nosotros pedimos unos pinchitos de pollo, pero habíamos pedido solo un plato y nos dijeron que nos invitaban a la bebida. Al final nos trajeron dos platos y terminaron cobrándonos la bebida. Eso sí, la comida está buena. 
  • DISTINTOS PUESTOS DE ZUMOS, CARACOLES... En la misma plaza hay unos puestos ambulantes diferentes a los anteriores. Estos se diferencian porque son una especie de remolque que se abre y tienen un montón de fruta llamativa y bien colocada. En estos puestos venden zumos por 2 o 3 euros, y la verdad es que están riquísimos. El problema es que lo ofrecen como que puedes elegir los sabores que quieras, pero al final te ponen lo que tienen. Aún así, nos encantaron. Ojalá hubiera este tipo de puestos en España. Además, había otros puestos similares de caracoles en caldo. No sé si estarán durante todo el año. A mí me encantan los caracoles, por lo que también terminé repitiendo varios días. 

En definitiva, hay toda una variedad de comidas que probar, a cuyo sabor no estamos tan acostumbrados, por lo que se vuelve una experiencia única. Recomiendo pasear una noche por la calles del zoco, especialmente la "Derb Dabachi" e ir probando distintos productos de los que cuestan entre 1 y 3 euros (bocadillos, crepes, dulces, zumos...). 

La gente suele bromear con que comer en Marruecos es toda una aventura, y que es muy probable terminal mal de la barriga. Yo he de decir que normalmente tengo el estómago muy delicado y que, sin embargo, no tuve ningún problema en todo el viaje. Y eso que no me controlé nada y comí todo lo que me apeteció. Eso sí, tomé algún que otro protector de estómago cuando intuía que las comidas eran demasiado pesadas, para prevenir, y siempre evité beber agua del grifo. 

Espero que esta entrada os facilite vuestro viaje si tenéis pensado visitar esta maravillosa ciudad pronto. Yo tengo muchas ganas de seguir conociendo otras partes de Marruecos y volver a disfrutar de su gastronomía. 

Dónde comer en París

París es una ciudad ideal para probar gran parte de la gastronomía francesa. Es verdad que, al igual que sucede en otros países, en función de la zona habrá algunos platos más típicos que otros. Pero, en general, es una ciudad con mucha oferta de restauración y con mucha variedad de comida local. Eso sí, esta ciudad no se caracteriza por ser precisamente barata, así que hay que ir mentalizados para dejarnos un buen dinero en comida. 

QUÉ COMER:

Antes de nada, describiré los platos que hay que probar sí o sí en París, o en Francia en general:
  • Sopa de cebolla: como su nombre indica, es una sopa a base de cebolla y pan, que normalmente presentan con queso gratinado. Se puede encontrar en muchos restaurantes como entrante, y merece la pena probarla porque está muy sabrosa. 
  • Escargots: son caracoles de gran tamaño rellenos de una salsa verde que recuerda al pesto. Los sirven acompañados de unas pinzas para sujetarlos y evitar cogerlos con las manos. A mí me encantaron.
  • Fondue: consiste en una cazuela llena de una mezcla de distintos quesos, que presentan sobre una hornilla con fuego para que el queso se mantenga derretido. Lo acompañan con unos pinchos largos en los que puedes ir introduciendo pan, patata hervida y diferentes alimentos para que queden bien cubiertos de queso. 
  • Raclette: esto creo que es más típico de Suiza, pero lo han adoptado también en Francia. También es un tipo de queso que se derrite sobre una especie de pala y se sirve sobre distintos alimentos. 
  • Crepes: por supuesto, no podían faltan los crepes franceses. Los hay todas partes, inundando la ciudad con su olor. Hay tantos sabores como puedas imaginar, y recomiendo especialmente probar los salados. Si antes comentaba que París es una ciudad cara, una muy buena opción es comer crepes para ahorrar algo de dinero. Estos son bastante económicos y suelen servirlos bien cargados de ingredientes. 
  • Macarons: estos dulces son imprescindibles si vistamos Francia. La verdad es que ya están muy extendidos y han llegado a España (los venden hasta en Mercadona), pero no hay comparación con la experiencia de probarlos en París. Los hay de muchos sabores y, en función de dónde los compres, de distintos precios. En general suelen ser caros, pero merece la pena probarlos. Los más famosos son los de la pastelería Ladureé
  • Croissants, pain au chocolat... y todo tipo de bollería. En cada esquina de París hay una "Patisserie" o "Boulangerie" de las que sale un olor exquisito a dulces y pan recién hechos. Es una experiencia increíble entrar en cualquiera de ellas y darle un buen regalo al paladar. 
CONSEJOS:

Antes de entrar en cualquier bar o restaurante a comer, hay que tener en cuenta una serie de consejos:
  • Pedir siempre agua del grifo: o "une garaffe d'eau". En París es súper común comer con una jarra de agua servida directamente del grifo, en algunos restaurantes incluso la ponen sin pedirla. La ventaja de esto es que es totalmente gratuita y, precisamente en esta ciudad, se agradece bastante. No está para nada mal visto, y si lo tomamos como costumbre podemos ahorrarnos un buen dinero. 
  • Renunciar al café: lo siento mucho por los adictos al café, pero en París es muy MUY caro. Te cobran por todo: por la leche, por tomarlo sentado... Por poner un ejemplo, un café con leche en terraza te puede costar 4-5 euros, sin exagerar. Creo que no merece la pena gastar ese dinero. 
  • Reservar con antelación: especialmente en los restaurantes más conocidos. Realmente es muy fácil, la gran mayoría tienen página web en la que puedes reservar directamente sin tener que llamar por teléfono. Te mandan un correo con la confirmación y listo, te ahorras largas esperas o quedarte sin sitio.  
  • Ir temprano a comer: en Francia, como en otras muchas partes de Europa, suelen comer más temprano que España. 

DÓNDE COMER:

Antes de nuestro viaje buscamos muchas recomendaciones de sitios dónde comer comida típica a un precio razonable. Obviamente no pudimos ir a todos los que teníamos apuntados, y me temo que la mayoría de sitios que recomiende son muy conocidos. Pero la verdad es que nos gustaron bastante y quiero dar mi opinión sobre cada uno de ellos. Además, otros los descubrimos más por nuestra cuenta. 
  • Bouillon Pigalle: esta es mi mayor recomendación, uno de los sitios a los que sí o sí volveremos si estamos por París. Hay un par de estos locales por la ciudad, pero nosotros fuimos al que está en el barrio de Montmartre. Este es uno de los casos en los que hay que reservar por la página para asegurarse una mesa. Lo único que no nos gustó es que los camareros meten un poco de prisa a la hora de pedir los platos y de pagar, pero porque siempre está lleno de gente. Tienen comida típica francesa a un precio aceptable para ser París. En nuestro caso pedimos la sopa de cebolla, caracoles, un plato de salchicha con puré de patata y otro plato de calabaza gratinada con queso azul y nueces. Lo que menos nos gustó fue la salchicha que, aún estando buena, nos pareció muy simple. Todo lo demás estaba riquísimo, especialmente la calabaza gratinada. Además, pedimos dos coca colas y, de postre, babá, que es un dulce también típico de Francia y Nápoles. Sin duda, recomiendo probar este postre porque, al menos a mí me encanta. Es un bizcochito mojado en licor. Todo esto nos costó un total de 38 euros. Dejo aquí el enlace para reservar pinchando aquí.
  • Pain vin Fromage: Fuimos aquí para probar la fondue. En todo París hay mucha oferta, pero queríamos ir a un restaurante que tuviera buenas opiniones y cuyo precio, dentro de lo caro, no fuera excesivo. La verdad es que está un poco alejado, y nosotros no teníamos reserva así que tuvimos que esperar un rato. Pero teníamos muchas ganas de probarlo, así que fuimos a tomar algo para hacer tiempo hasta tener mesa. Hay varios tipos de fondue, nosotros pedimos "Savoyarde", que es la clásica. Tenía un precio de 18'5 euros por persona, y la sirven acompañada de pan. El sabor estaba bien, pero para nuestro gusto demasiado suave. Si fuéramos en otra ocasión, pediríamos con otro tipo de queso más fuerte. De todas formas, es una experiencia que merece la pena probar, en el local son muy amables, y la decoración es muy acogedora. Aunque nosotros no reservamos, dejo el enlace desde donde se puede hacer una reserva pinchando aquí
  • CHEZ NICOS: al igual que con la fondue, teníamos muchas ganas de probar un buen crepe en un sitio que tuviera buenas recomendaciones. El que mejor puntuación tiene de toda la ciudad es uno llamado "Au P'tit Grec Crêperie", en el barrio latino. El problema es que cuando fuimos había una cola de al menos una hora. No teníamos ganas de esperar tanto, y vimos que muy cerca había otra crepería llamada "Chez Nicos" que tenía incluso sitio para sentarse dentro. Decidimos probarlo, y qué alegría. Hay de muchísimos sabores por un precio muy asequible (desde 3 euros). Recomiendo probar alguno con queso de cabra. A nosotros nos gustaron tanto que volvimos al siguiente día. 


  • LADURÉE: Como decía antes, el sitio más famoso para comprar macarons es esta pastelería. Hay varias por toda la ciudad, incluso hay una en una de las entradas del Louvre. Nosotros los probamos aquí, y quedamos alucinados con la intensidad de los sabores. Eso sí, cuesta 2'5 euros la unidad. 

Además de en estos sitios, comimos en otra crepería que no nos gustó tanto, por lo que no la voy a recomendar. Estuvimos muy pocos días, así que no nos dio tiempo a probar muchos sitios, pero dejo a continuación algunos más que teníamos apuntados por tener buenas opiniones:
  • L'Alsacien Chatelet: es un restaurante de comida típica de la zona de Alsacia. Nos llamaba la atención para probar el "Flammekueche", que es una especie de pizza típica de esta región. Los precios nos parecían asequibles y está muy cerca del Ayuntamiento. 
  • Chez Denise: Tiene muy buenas opiniones y leí que es muy común ver comiendo allí a los parisinos. Puede ser un buen sitio para probar la sopa de cebolla y los caracoles, entre otras cosas. 
  • After place: Este sitio lo miré para desayunar o merendar. Me gusta el concepto: pagas por el tiempo que pasas allí. Creo que eran 5 euros por hora, y es ideal para la gente que teletrabaja. Hay una serie de mesas, y te puedes preparar tú mismo el café, tostadas, yogur con fruta... Por lo visto hay varios locales por la ciudad. 
  • Le soufflé: Este sitio lo recomendaban para probar otro de los platos típicos de Francia, el soufflé. Es una especie de magdalena pero salada y de distintos sabores. La verdad es que no lo he probado nunca y me hubiera gustado hacerlo aquí, pero vi que los precios eran muy elevados.
  • Le refuge des fondus: este sitio lo tenía apuntado como una de las opciones para probar la fondue, pero lo descartamos por ser más caro. Lo original del local es que sirven vino en un biberón.
  • Flunch: Esta es una cadena de restaurantes que tiene varios locales por la ciudad. Lo apuntamos por el tema económico (ya que leímos que es barato) y por ser tipo buffet. Aunque de todos, era el que menos nos atraía.
Y hasta aquí mis recomendaciones de qué y dónde comer en París. Espero que os sirva de ayuda si pensáis visitar esta increíble ciudad. 

París en 3 días

Esta navidad teníamos muchas ganas de hacer una pequeña escapada, aprovechando los días festivos. Barajamos varios destinos y, finalmente, decidimos visitar París, la ciudad del amor. Los días elegidos fueron del 5 al 8 de enero. 

París es una ciudad muy visitada, y todos conocemos más o menos los principales puntos de interés: a torre Eiffel, Notre Dame, el Louvre... Pero en esta entrada detallaré cómo organizamos nuestra visita de 3 días para conocer los distintos barrios y los lugares más importantes. 

VUELOS Y CÓMO LLEGAR DEL AEROPUERTO AL CENTRO

Nosotros hicimos la ida con Ryanair y la vuelta con Air France porque era lo más barato. Aún así, creo que son los vuelos que más caros nos han costado hasta ahora, pero hay que tener en cuenta que era una fecha muy marcada.

Además, hay que tener en cuenta que en París hay tres aeropuertos: Orly (ORY), Beauvais (BVA) y Charles de Gaulle (CDG). Esto es muy importante porque, en función de a cuál se llegue, hay que coger un transporte u otro hasta el centro de París. 

  • BEAUVAIS - CENTRO:

Concretamente la compañía Ryanair llega al aeropuerto Beauvais, y desde aquí hay que coger un autobús de la compañía "BusBeauvais". Este autobús tiene un precio de 17€/persona y tarda 1 hora y 15 minutos hasta la estación "Porte Maillot". Desde esta estación ya se puede coger el metro a cualquier parte de la ciudad. 

Desde mi punto de vista, no merece la pena viajar con Ryanair a París. La verdad es que el trayecto en bus se hace bastante largo y, además, en nuestro caso tuvimos que hacer varios cambios de metro hasta llegar a nuestro hotel. En total tardamos más en llegar desde el aeropuerto al hotel que desde Málaga a París. Además, el autobús no es precisamente barato. 

En cualquier caso, los billetes de bus se pueden comprar pinchando aquí o en una taquilla que hay justo al lado de la parada (se encuentra fácil). Y la frecuencia depende de los vuelos que haya. Normalmente sale un autobús unos 20-30 minutos después de la llegada de cada vuelo. 

  • CENTRO - CHARLES DE GAULLE:

La vuelta la hicimos con la compañía Air France, que sale desde el aeropuerto Charles de Gaulle. Este aeropuerto está mucho mejor comunicado con la ciudad y hay varias formas de llegar hasta él. En nuestro caso, nuestro hotel estaba muy cerca de la estación "Gare du Nord", por lo que simplemente tuvimos que coger un RER. Los RER funcionan como el metro, de hecho si te mueves por la zona más céntrica se pueden coger al mismo precio que éste. 

Para llegar hasta el aeropuerto cogimos la línea B (azul). El precio fueron 10'30€/persona. A la hora de subir al tren, hay que fijarse bien en que vaya dirección al Aeropuerto. El problema es que algunos trenes de esta misma línea van dirección "Miltry Claye", y esos no son los que nos interesan. A continuación dejo una imagen de la línea B para que se entienda mejor. Podéis ver la imagen con mayor calidad pinchando aquí, en la propia página del transporte público. 

Una vez que nos aseguremos que el tren va en dirección al aeropuerto, nos bajamos en la última parada, en "Aéroport Ch. de Gaulle 2-TGV", al menos en nuestro caso, pues nuestro vuelo salía de la terminal 2 (concretamente la 2F). Si vais a la terminal 1 o 3, hay que bajarse en la parada anterior. En total, el trayecto dura unos 30 minutos. 

ALOJAMIENTO


París es una ciudad cara, y los es en todos los aspectos: comida, alojamiento, transporte... Nosotros nos alojamos en "Hotel du Brabant" y nos costó 190 euros por tres noches. Lo bueno de este alojamiento, como decía antes, es que está muy cerca de la estación "Gare du Nord", ideal para ir al aeropuerto Ch. de Gaulle. Además, también está muy cerca de la parada de metro "Poissonnière", desde dónde podíamos llegar fácilmente a cualquier parte de la ciudad.

TRANSPORTE PÚBLICO

El transporte público en París, por supuesto, también es caro. Nosotros lo que más usamos fue el metro, pues es el medio más rápido y mejor comunicado. Hay varias tarjetas de metro en función de los días que estéis en la ciudad y por dónde os vayáis a mover. Por ejemplo, la "París Visite" permite el uso ilimitado del metro y bus durante 1, 3, 5 o 7 días, en función de lo larga que sea vuestra visita. El problema es que esta tarjeta es individual y el precio nos parecía un poco elevado. Nosotros optamos por los billetes sencillos, llamados "Ticket T+", los cuales tienen una opción de 10 viajes por 19'10. No se trata de una tarjeta única con 10 viajes, sino directamente 10 tickets individuales, por lo que pueden usarlos distintas personas. Nosotros terminamos comprando un total de 20 viajes y nos vino justo. Lo bueno es que también se pueden comprar individualmente, en función de los que vayáis a usar. 

Estos tickets también sirven para el autobús, aunque nosotros lo usamos mucho menos.

CLIMA

Nosotros visitamos París a principios de Enero, y esperábamos que hiciera bastante frío, por lo que íbamos bien abrigados. La verdad es que no pasamos un frío extravagante. Además, tuvimos mucha suerte porque la previsión del tiempo daba lluvia todos los días, y al final sólo llovió un ratito un día. 


Pero bueno, si viajáis en invierno yo recomiendo llevar un buen abrigo, unas botas con buena zuela y vestir con varias capas de ropa que se puedan quitar fácilmente, ya que al entrar en los bares, museos, etc., suelen tener la calefacción alta y hay un buen contracte.

ITINERARIO

Después de estos consejos previos, pasamos ya a la parte más interesante: cómo organizamos visitar una ciudad tan gran como París en solo 3 días. Nosotros llegamos el jueves de noche, por lo que fuimos directamente al hotel a dormir y el viernes ya sí amanecimos allí. La vuelta la teníamos el domingo a las 21:00h. 

Índice:
  • Día 1: Torre Eiffel, Barrio Latino, Free Tour y paseo por el Sena
  • Día 2: Saint Chapelle, Galerías Lafayette y Montmartre
  • Día 3: Arco del Triunfo, Campos Elíseos, Notre Dame y Louvre
  • Extras: Versalles, Disneyland, Catacumbas y Le Marais

DÍA 1: TORRE EIFFEL, BARRIO LATINO, FREE TOUR Y PASEO POR EL SENA
  • TROCADERO Y TORRE EIFFEL
El primer día nos levantamos súper temprano para ir hasta Trocadero. Mi idea era ver amanecer con las vistas de la Torre Eiffel. Y aquí viene mi primer consejo: si viajas en invierno, ten en cuenta que amanece bastante tarde (sobre las 9). Llegamos casi una hora antes de que amaneciera, y ahí sí que pasamos frío. Pero bueno, ahora tenemos una anécdota graciosa que contar. 


Desde la Plaza de Trocadero hay una muy buena vista de la Torre Eiffel, aunque me gustaron más las vistas desde la Calle "Avenue des Camoes" (está a unos 5 minutos andando). Aquí hay unas escaleras y se ve asomar la torre Eiffel detrás de los edificios. Queda una imagen mucho más bonita. Eso sí, se ve que este rincón se ha hecho muy famoso y suele haber bastante gente haciendo fotos, por lo que recomiendo ir temprano. 


Después de apreciar las vistas desde estos lugares, fuimos paseando para ver la Torre Eiffel de cerca. Yo pensaba que se podía pasar justo por debajo, pero la verdad es que está todo vallado y solo se puede pasar si tienes las entradas. Estuvimos dudando si subir a la Torre, pero las entradas eran caras y leímos algo que nos convenció para no subir: hay muchos más sitios con mejores vistas de París, ya que desde la torre no se ve lo más simbólico de la ciudad, que es precisamente la propia torre. Así que decidimos ahorrar ese dinero para poder vivir otra experiencia como dar un paseo en barco o entrar al Louvre. 

Igualmente, ver la torre de cerca es una gran decepción. Cuando la observas a plena luz del día te das cuenta de lo sobrevalorada que está en todas las películas y anuncios televisivos, pues no es más que una estructura de hierro. Sin embargo, de lejos y, especialmente de noche cuando se ilumina, adquiere un aire encantador.
  • JARDINES LUXEMBURGO
Después de pasear por los alrededores de la torre, cogimos el autobús 82 en dirección a los Jardines de Luxemburgo. Pasamos por una panadería llamada "Boulangerie La Parisienne Madame", compramos un croissant y un pain au chocolat, y los comimos sentados en las características sillas de este parque. Son unas sillas metálicas verdes y reclinadas, que puedes mover y colocar dónde quieras. La verdad es que es bastante curioso. 

  • BARRIO LATINO
Tras la visita a los jardines, comenzamos a callejear y perdernos por el barrio latino. Nos hubiera gustado hacer un free tour por esta zona, pero no nos daba tiempo. Lo tenemos pendiente para la próxima. De todas formas, visitamos lo más importante de este barrio:

Place de l'Estrapade: Teníamos ganas de visitar esta plaza simplemente porque es escenario de la serie "Emily en París", la cuál estuvimos viendo antes de nuestro viaje. Y ya que estábamos por la zona, no quisimos perder la oportunidad de hacer algunas fotos. Si has visto la serie, en esta plaza puedes encontrar el apartamento donde vive Emily, el restaurante de Gabriel y la panadería donde la protagonista prueba por primera vez el "pain au chocolat". 

Panteón: Está a dos minutos andando de la Plaza anterior. Nosotros solo lo vimos por fuera. 

Place de la Sorbonne: Desde aquí podemos observar la fachada de una de las universidades más importantes y prestigiosas del mundo.

Iglesia de San Severino: Su entrada es gratuita y merece mucho la pena. Esta iglesia se conoce como la "hermana pequeña de Notre Dame", por lo que es un imprescindible del barrio latino. 

Librería Shakespeare and Company: esta librería se ha hecho muy famosa por aparecer en varias películas. Siempre está repleta de gente, pero también merece la pena su visita. Además, dicen que los viajeros pueden quedarse a dormir a cambio de trabajar unas horas en la librería (no sé si a día de hoy sigue siendo así).

Fuente de Saint Michel: representa al arcángel Miguel sobre un demonio al que ha vencido, y representa la lucha entre el bien y el mal.

Tras la visita por el barrio judío, llega la hora de comer. Nosotros optamos por comer unos crepes en un local que teníamos apuntado por ser barato. En el momento nos gustó, pero luego probamos crepes mejores. Aún así, el sitio se llama "Crêperie Genia". Lo bueno es que en la parte de arriba hay mesas para sentarse y se agradece, ya que la mayoría de sitios en los que venden crepes no hay.
  • FREE TOUR
Después de comer, hicimos un free tour cuyo punto de encuentro era el Ayuntamiento (Hotel de Ville). Este es un tour general sobre la ciudad, y la verdad es que nos gustó bastante. Podéis reservarlo pinchando aquí. En total duró unas dos horas y terminó en el Louvre. 
  • PASEO EN BARCO POR EL SENA
Tras el free tour, cogimos el metro de nuevo hasta la zona de Trocadero, pues habíamos reservado un paseo en barco por el Sena. Esta es la experiencia que más recomiendo en París. El trayecto dura una hora y va pasando por los principales puntos de la ciudad, como la Torre Eiffel o Notre Dame. El precio es 16/persona, bastante asequible para ser París. Nosotros lo reservamos por Civitatis, puedes acceder al enlace pinchando aquí. La compañía es "Bateaux Parisiens" y los barcos salen cada hora desde "Port de la Bourdonnais", a los pies de la Torre Eifel.

Nosotros lo hicimos de noche para ver la ciudad iluminada. Hacía frío pero tampoco era insoportable, recuerda llevar guantes y una buena bufanda. Hay que intentar llegar con tiempo porque se forman unas colas enormes para subir al barco. Yo recomiendo sentarse en la parte izquierda del barco, que sería la zona más alejada de la Torre (la más pegada al "agua" por así decirlo). Me gustó sentarme aquí porque pasas muy cerca de Notre Dame. La experiencia es muy bonita, es algo que sin duda repetiría. 

Además, al bajar del barco es un buen momento para disfrutar de la torre iluminada. Cada hora en punto hay un espectáculo de luces que dura unos minutos y es muy bonito.


Esta noche, para cenar, fuimos a un restaurante especializado en "fondues" llamado "Pain Vin Fromages". Puedes obtener más información sobre este y otros sitios recomendados para comer visitando la entrada que escribí sobre ello en mi blog (pinchando aquí). 

  

DÍA 2: SAINT CHAPELLE, GALERÍAS LAFAYETTE Y MONTMARTRE

  • SAINT CHAPELLE
Este día aprendimos la lección y madrugamos mucho menos. Aún así, tampoco nos dormimos en los laureles, ya que habíamos reservado la entrada para primera hora en la Saint Chapelle. La entrada cuesta 11'5€ y recomiendo reservar la primera entrada de las 9:00h, ya que al instante se llena de gente. La verdad es que la visita se hace muy corta, ya que la capilla es pequeña. Pero es tan tan bonita que merece la pena visitarla al menos una vez. 

También se puede comprar la entrada conjunta con la "Conciergerie" (una antigua prisión), pero el guía del free tour nos dijo que esta segunda entrada no merece la pena. 


  • GALERÍAS LAFAYETTE
Después de esta visita, fuimos en metro hasta las galerías Lafayette. Al fin y al cabo es un centro comercial caro, pero todo el mundo va a atraído por la terraza gratuita con vistas de la Ópera Garnier y de toda la ciudad. La verdad es que merece la pena la visita. Además, nosotros terminamos desayunando en una cafetería que había en el propio centro comercial y que, sorprendentemente, no fue muy cara. Para llegar a la terraza hay que subir hasta la séptima planta.


  • BARRIO DE MONTMARTRE
Después, fuimos en metro hacia el barrio de Montmartre. Concretamente nos bajamos en la parada "Abbesses". En este barrio hay muchísimas cosas que visitar: 

Muro de los te amo: Es un muro azul en el que pone "te amo" escrito en todos los idiomas. Es un lugar ideal para hacerte una foto en pareja. 


Basilique du Sacré-Cœuro basílica del Sagrado Corazón. Está en lo alto de una montaña, y su entrada es gratuita. Recomiendo observarla primero desde abajo, donde está el "Carrousel de Saint-Pierre". Desde aquí las vistas son preciosas. Pero aquí hay que tener cuidado, porque justo en las escaleras que suben hacia la basílica tuvimos un pequeño percance. Resulta que en esta zona tienen la costumbre de ponerse un grupo de personas que te ofrecen una pulsera. Al principio hacen ver que es gratis, pero acaban pidiéndote dinero. El problema es que son muy invasivos y llegan incluso a cogerte el brazo para ponerte la pulsera. Nosotros tuvimos que llegar a ponernos serios para que nos dejaran. Así, que recomiendo estar pendientes y pasar rápido por esa zona. 


A la basílica se puede subir tanto por las escaleras como en funicular, que tiene el mismo precio que el metro. Nosotros decidimos dejarlo para más tarde, ya que pensábamos hacer un free tour que terminaba justo a las espaldas de la Basílica. Como digo, la entrada es gratuita y merece la pena. Al igual que también recomiendo disfrutar de las vistas que hay desde arriba, en la plaza "Square Nadar". En principio parece que no se ve la torre Eiffel, pero si observas bien entre los árboles acabas encontrándola. 

Moulin Rouge: Probablemente el cabaret más famoso del mundo. Hoy en día sigue funcionando, pero la entrada es bastante cara. Nosotros nos conformamos con verlo por fuera. También cabe destacar que toda la calle en la que se encuentra el Moulin Rouge es una especie de "barrio rojo" de París, lleno de sex-shops y locales donde ofrecen distintos espectáculos del mundo de la noche. 


Place du tertre: o plaza de los pintores. Esta es la plaza con más encanto de toda París, pues durante el día se llena de artistas vendiendo sus cuadros e incluso pintando. Además, es una plaza muy acogedora e iluminada de forma muy romántica. Recomiendo pasear también de noche por esta zona. 

Nosotros hicimos una primera toma de contacto con este barrio y luego fuimos a comer a "Bouillon Pigalle", uno de los sitios que más nos gustó de todo nuestro viaje. Tras esto, hicimos un free tour por el barrio. He de decir que este tour me gustó mucho menos porque se centró en todas las películas que se han grabado en el barrio, pero muy poco en el aspecto histórico del mismo. De todas formas, dejo el enlace por si queréis reservarlo aquí. Yo hubiera cambiado este tour por el del barrio latino. 

Este free tour terminó bastante tarde así que, tras disfrutar de las vistas de la ciudad desde el mirador de "Square Nadar" y hacer algunas compras de souvenirs, nos fuimos a dormir. 
    

DÍA 3: ARCO DEL TRIUNFO, CAMPOS ELÍSEOS, NOTRE DAME Y LOUVRE
  • ARCO DEL TRIUNFO, CAMPOS ELÍSEOS y PUENTE ALEJANDRO III
Este día empezamos cogiendo el metro hasta el arco del Triunfo. Este monumento fue mandado a construir por Napoleón, para celebrar las victorias del ejército francés. Sin embargo, solo llegó a pasar por él en su propio funeral. 

Justo debajo, se encuentra la tumba al soldado desconocido, con una llama que siempre está encendida. La visita al Arco del Triunfo es posible, y dicen que merece la pena por las vistas de los campos Elíseos desde arriba. El precio es 13/persona, pero nosotros no llegamos a subir. 

Después de hacer las correspondientes fotos, paseamos por los famosos Campos Elíseos, famosa por ser una de las calles más caras del mundo. Aquí se encuentran tiendas como Dior, Swarovski o Louis Vuitton, entre otras. Nosotros fuimos un domingo, por lo que la mayoría de tiendas estaban cerradas. Quizás recomendaría ir mejor un día entre semana para ver más ambiente. Igualmente, la avenida en sí es muy amplia y bonita. Nosotros caminos por ella un buen trecho y luego fuimos en dirección al Puente de Alejandro III, uno de los más bonitos de la ciudad. 

  • NOTRE DAME
Tras este paseo, fuimos dirección a Notre Dame, uno de los lugares más emblemáticos de París. Por desgracia, a causa del incendio de 2019, actualmente no se puede visitar su interior. Están llevando a cabo tareas de reconstrucción y ojalá pronto pueda volver a vivir todo su resplandor. 

Como truco, un buen sitio para hacer fotos es desde el "Petit Pont", ya que así se tapa toda la parte inferior de la catedral, que está cubierta por lonas a causa de las obras. 


Este día comimos temprano en "Chez Nicos", un sitio ideal para probar los famosos crepes.
  • LOUVRE
Justo después de comer, fuimos hacer nuestra última visita: el museo del Louvre, uno de los más importantes del mundo. Es muy importante reservar la entrada previamente por internet. Se puede reservar directamente en este enlace, tiene un precio de 17, y es gratis para menores de 26 años residentes en Europa. 

Hay que tener en cuenta que el museo es enorme y resulta imposible verlo entero en un día. Por eso, es muy recomendable llevar una idea de las principales obras que queremos ver. En la propia página del Louvre hay un itinerario recomendado que fue el que nosotros seguimos principalmente, podéis acceder a él pinchando aquí

Estas son las principales obras que nosotros vimos:
  • La Venus de Milo, 
  • Victoria de Samotracia
  • Venus y las tres Gracias, de Sandro Botticcelli
  • La Belle Ferronière, de Leonardo Da Vinci
  • La Gioconda, de Leonardo Da Vinci
  • Las bodas de Caná, de Veronés
  • La Balsa de la Medusa, de Théodore Géricault
  • La libertad guiando al pueblo, de Delacroix
  • Psique reanimada por el beso del amor, de Antonio Canova
  • El Código de Hamurabi
Probablemente, la obra más famosa sea la Gioconda, o Mona Lisa. Sin embargo, es la obra más difícil de apreciar, pues siempre hay una cola enorme de personas y es un poco estresante. Obviamente merece la pena acercarse y verla en persona, pero probablemente no os podáis detener mucho. Sin embargo, aconsejo ver "La Belle Ferroniére", otra obra de Da Vinci, no tan conocida y, por tanto, se puede observar de más cerca y con mucho más detenimiento. 

Nosotros entramos al Louvre a las 15:30h y estuvimos hasta la hora de cierre, a las 18:00h. Un total de 2 horas y media. Nos dio tiempo a ver todo lo que queríamos, pero íbamos bastante ligeros. Si tenéis más días por la ciudad, recomendaría ir con un poco más de tiempo.


Y hasta aquí nuestra aventura de tres días por París. La verdad es que con este tiempo es suficiente para ver bien la ciudad, pero nos quedaron algunas cosas que nos hubiera gustado visitar. Así que lo tenemos pendiente para nuestra próxima visita, que seguro que será más pronto que tarde.

EXTRAS:
  • PALACIO DE VERSALLES: Nos hubiera gustado visitarlo, pero implicaba perder un día prácticamente entero. Se puede ir tanto a través de una visita organizada, como por cuenta propia. 
  • DISNEYLAND PARÍS: Esta es excusa más que suficiente para volver a París. 
  • CATACUMBAS: Tenía muchas ganas de visitar las catacumbas de París, principalmente porque salen en la película del Jorobado de Notre Dame II y de pequeña me llamaban mucho la atención. Tenía apuntado el enlace para comprar la entrada (pinchando aquí) por si daba tiempo, pero finalmente no fue factible. 
  • LE MARAIS: Es el antiguo barrio judío de París, actualmente se ha puesto muy de moda. Aquí se encuentra la que fue casa del famoso escritor Victor Hugo, además de un montón de casas y palacetes muy elegantes. Una de las zonas más interesantes es la "Place des Vosges", donde se plantó una semilla del árbol que veía Ana Frank por su ventana. Dejo aquí un enlace con más información sobre este interesante barrio.
  • LE COMTOIR GÉNÉRAL: me quedé también con ganas de visitar este local, pues me resulta muy interesante el concepto. Es una especie de edificio abandonado, en el que pagas la voluntad por entrar y en su interior hay galerías de arte, tiendas, un bar... Me recuerda un poco al LX Factory de Lisboa. 
París es una ciudad enorme y, aunque los puntos más importantes se pueden visitar en una escapada corta, se necesitan muchos más días para conocerla en profundidad. Pero esto nos da la excusa perfecta para volver más pronto que tarde. Además, entendemos perfectamente que se conozca como la "ciudad del amor", porque nosotros terminamos enamorados de las amplias avenidas, de sus característicos tejados, de los majestuosos puentes, de sus barrios, gastronomía y un largo etcétera. 

Espero que esta entrada os sirva de ayuda si pensáis viajar a esta maravillosa ciudad, y que disfrutéis mucho de París y de toda su esencia.